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jueves, 15 de abril de 2010

Estudian la posibilidad de hacer un "Viagra para mujeres"

Imagen: Vistamedica

Una nueva investigación estaría más cerca de lograr una versión femenina del Viagra. Así lo informaron científicos británicos que estudian los factores que despiertan el deseo sexual en las mujeres.

En pruebas hechas en animales de laboratorio, un equipo del laboratorio Pfizer hallaron que la estimulación eléctrica de la pelvis aumenta el flujo se sangre en los genitales femeninos.

Este efecto fue intensificado en los animales cuando les dieron un fármaco experimental llamado UK-414,495, que en teoría se cree que repara la falta de los mensajeros químicos que impiden el aumento del flujo sanguíneo durante la excitación sexual.

El mayor flujo de sangre en los genitales femeninos hace que la vagina se relaje, lubrique y aumente su sensibilidad, algo que ha sorprendido un poco a los investigadores que no relacionaban tantos cambios a ese factor. Así lo reconoció Chris Wayman, quien dirige la investigación.

La idea es que una vez que se entienda mejor cómo es el proceso de excitación sexual en las mujeres se puedan desarrollar los tratamientos de ayuda a las que presentan desórdenes en esa área y no responden a la estimulación sexual, algo que se estima afecta al 40% de mujeres de todas las edades.

Información de HealthDay. Versión, edición y traduccion de Sophimanía

lunes, 8 de marzo de 2010

A propósito del Día Internacional de la Mujer


Imagen: Pablo Picasso

Los hombres estamos destinados a amar lo que en esencia no podemos entender: las mujeres. No en el plano caricaturesco tan común, bobo y superficial de "las mujeres están locas" y "los hombres somos simios" sino en un sentido mucho más ancestral, complejo y misterioso, donde lo doloroso y lo placentero conviven íntimamente, donde la ternura puede no ser tierna siempre y donde el te odio está tan cerca a un profundo y auténtico te amo.

Y no solo en el plano de las relaciones de pareja (tan estupidizadas hoy por los medios y los mitos comerciales), también (y acaso sobre todo) en las relaciones madres - hijos; padres - hijas; hermanos - hermanas; amigos - amigas.

Y aunque a mí me defina y me enorgullezca ser hombre y morir todos los días en el intento de sentirme a la altura de mis retos, debo reconocer que nada de eso tendría sentido fuera de un cauce definido por lo femenino, por la fertilidad (en sentido amplio), por el compañerismo, por el humor, por el sexo, por -en última instancia- una complementariedad que a la vez que nos seduce, nos angustia y nos impele a levantarnos por las mañanas y nos deja caer exaustos por las noches.

Aunque ser mujer sea un misterio del que por siempre seremos excluidos (o quizás por eso), nada hay en la vida de un hombre más importante que el universo femenino; y el que diga lo contrario todavía tiene pendiente la tarea de entender y asumir su propia naturaleza.

Y claro, en ese cauce femenino algunas mujeres resaltan en su capacidad de definir su universo entero. ¿Es una carga para ellas? Seguro que sí, pero alada. Y aunque "volar" sea tremendamente demandante en términos existenciales y físicos, también es cierto que es la satisfacción suprema, para la que vuela como para quien admira -encadenado a tierra por la testosterona- sus (r)evoluciones, unas claras, otras oscuras, pero todas señalando posibilidades, destinos, rumbos.

A esas mujeres agradezco especialmente darme la posibilidad de entender y sentir que ser hombre tiene sentido, a esas mujeres para nada perfectas, pero sí con esa capacidad mágica de crear la vida y sus posibilidades de bienestar y felicidad incluso donde no hay más que océanos de rocas o desiertos de granos de problemas; seres que pueden, con el fuego de sus palabras y la fuerza de sus actos; o con la simple delicadeza de una mirada, del olor de un cabello, de un gesto de la mano o del arco del pie, provocar revoluciones completas y complejas en el alma simple -pero cálida- de algunos hombres, ya sean hijos, maridos, amantes, enamorados, amigos o simples testigos afortunados del misterio de lo femenino.

¡Feliz día..! O mejor: ¡Feliz vida!

Pablo Vásquez para Sophimanía

lunes, 19 de enero de 2009

En tiempos difíciles la naturaleza favorece el cerebro femenino



Los científicos saben desde hace tiempo que los mamíferos machos y los mamíferos hembras responden de diferente manera a la escasez de alimentos: las células de los machos tienden a conservar las proteínas mientras que las de las hembras conservan mejor las grasas.

¿Pero qué ocurre en el cerebro, órgano que requiere un conjunto complejo de nutrientes para funcionar adecuadamente? Un estudio hecho en roedores, que son una buena analogía de los humanos, da algunas pistas.

Lo resaltante del estudio: En circunstancias difíciles, la naturaleza favorece la supervivencia de las hembras, no de los machos. O, dicho en otras palabras: las hembras parecen ser más valiosas que su contraparte sexual.

Luego de 24 horas de privación de alimento, las neuronas de los machos se mostraban bastante más disfuncionales (70% menos de actividad) que las neuronas de las hembras (50% menos de actividad).

Mientras que las células nerviosas de los machos comenzaron a "comerse a sí mismas", es decir usar parte de sus componentes vitales como fuente de combustible, las neuronas de las hembras creaban y guardaban reservas de lípidos.

En consecuencia, bajo las mismas circunstancias de privación, las neuronas de los machos mueren más que las neuronas de las hembras que movilizan ácidos grasos, acumulan triglicéridos y sobreviven más tiempo.

Por supuesto, todavía faltan más estudios para explicar este mecanismo y para ver si esto también ocurre en el cerebro de los humanos.

Información de LiveScience. Edición, versión y traducción de Sophimanía

¿Qué es Sophimanía?

Divulgación Científica:
Impulsamos el conocimiento de temas que por coyunturas políticas, pasan a 2do plano. Creemos que solo nuestro instinto por saber, conocer, explorar, cuestionar, construir, ha permitido que nuestra especie ocupe este espacio-tiempo, y por lo que quizás permanezca.

Pensamiento Crítico:
Ver el mundo con ojos nuevos. Rebelarse contra la información estandarizada. No dejarse doblegar por el sistema, la educación pasteurizada o el circuito estético consumista imperante. Ser libre, o lo más libre posible, empezando por tu mente y tu cerebro.

Un blog de Claudia Cisneros