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lunes, 1 de marzo de 2010

Estudio: descubren el origen de los perros pequeños

Foto: Evilgeniustv.com

Los perros son lobos. Basta un análisis de ADN para comprobar que son "lobos grises" pero domesticados a lo largo miles de años de convivencia con nosotros. Durante ese tiempo la selección hecha por los humanos de los lobos con características "deseables" para nosotros fue creando las diferencias y las razas que hoy conocemos.

Al ver un pastor alemán o un siberian huskie nadie lo pone en duda, pero... ¿Qué pasa con los chihuahuas? ¿Con los pequeños terriers? ¿Con los spaniels enanos? Si bien ellos son descendientes de lobos también, quedaba la duda de estudiar su origen con más detenimiento.

Luego de determinar que el gen IGF1 está presente en los perros pequeños, el siguiente paso era ver si una versión de ese gen estaba en alguna de las especies de lobos que conocemos ahora. Entre otros lugares se buscó en lobos de Alaska, Yellowstone, España, China e Israel, pero el resultado fue infructuoso.

Según parece, el gen asociado a tener cuerpos pequeños apareció cuando los lobos comenzaron a ser domesticados. Como todas las razas pequeñas tienen el gen, se concluye que la mutación apareció temprano, antes de que las razas pequeñas se diversificaran.

Foto: Tpnorthshore

¿Pero en qué región del mundo mutó este gen por primera vez? Los indicios señalan Medio Oriente, donde algunos lobos grises están muy emparentados con perros pequeños y donde existe una antiquísima cultura de domesticación de perros chicos (según algunos arqueólogos esta costumbre podría remontarse unos 12 mil años, aunque en Bélgica, Alemania y Rusia occidental se han encontrado evidencias de domesticación de entre 13,000 y 31,000 años, pero referidas a razas más grandes).

"La evidencia sugiere fuertemente que el origen de los perros pequeños es Medio Oriente, pero el detalle del proceso todavía está un poco en el aire" dijo la investigadora Melissa Gray de la Universidad de UCLA.

La tendencia a que los animales domésticos sean más pequeños que sus predecesores salvajes se ha visto también en gatos, cerdos y cabras. "Ser pequeño puede ser una característica deseable en sociedades agrícolas densamente pobladas" explica Gray, quien publicó su estudio en la revista BMC de biología.

Información de LiveScience. Versión, edición y traducción de Sophimanía

martes, 29 de septiembre de 2009

Los secretos de la mente canina (y humana)


Brian Hare, profesor de antropología de la U. de Duke, hace la siguiente prueba: le ofrece una galleta a "Henry", el schnauzer de un colega, pero no se la da de inmediato. Oculta la galleta bajo una de dos tazas iguales. Henry no sabe bajo cuál. Sin embargo Brian le señala la taza que oculta la galleta y "Henry" va directo hacia ella para obtener su premio.

¿Cómo sabe un perro lo que es "señalar"? Ningún otro animal entiende eso tan fácil. Aunque nos parece sencillo, es complejo: tenemos que atender lo que hace un sujeto de otra especie y entender que nos está indicando algo que nos conviene.

Por muy inteligentes que sean los chimpancés (y vaya que lo son) cuesta muchísimo entrenamiento hacerlos que comprendan la acción de "señalar", no así con los perros que son criados en proximidad de humanos.


Muchos animales tienen inteligencia social, que les permite convivir y cooperar con otros miembros de su especie, pero los perros van más allá: pueden convivir, interectuar y cooperar también con nosotros. Esta extraordinaria capacidad los ha convertido en las mascotas más populares y queridas.

Compara la relación que puedes desarrollar con un gato, un hamster o una tortuga con la que puedes establecer con un perro, y tendrás claro que los canes son muy especiales.

Cada persona que vive con un perro siente y está convencida de que tiene una "relación especial" con su mascota, algo que los científicos (sin perro) miraban con escepticismo... Hasta ahora.


En el "Centro de Cognición Canina de Duke" el sicólogo Marc Hauser y sus colegas hacen cientos de pruebas a perros muy diversos. Su intención es desarrollar mejores métodos de entranamiento, pero sus hallazgos van más allá, echando luces sobre lo que ocurre en la mente canina y, por supuesto, en la nuestra.

La primera regla que siguen estos científicos es "olvida tus corazonadas". Solo porque un perro parezca "entender" o parezca "sentir" no significa que esté "entendiendo" o "sintiendo" de verdad, o al menos como nosotros nos imaginamos.

Por ejemplo, tu perro te recibe con "besos", olfateadas y saltos. ¿Alegría de verte? ¿No será solo que tiene hambre y está comprobando si le traes algo de la comida cuyo olor siente en tu boca? ¿Los perros sienten "culpa" luego de una travesura o solo es una táctica para evitar el castigo? Para determinarlo, los científicos elaboran pruebas.


En una de ellas, se hacía creer al dueño de un perro que su mascota había hecho algo malo. El dueño la reprendía y el perro, siendo inocente, actuaba como "culpable" y asumía una actitud sumisa. No se trata entonces de auténtica culpa, sino de un comportamiento aprendido para satisfacer el enojo del amo.

O dicho en otras palabras: los perros son manipuladores. Aprenden observándonos.

Juliane Kaminski, investigadora alemana del Instituto Max Planck, determinó que un perro puede aprender el nombre de doscientos objetos distintos. Pero eso no significa que él entienda esas palabras igual que nosotros.


Por ejemplo, nosotros podemos decir "Rex, haz el favor de ir y traerme el frisbi". Y Rex va y trae el frisbi. Sin embargo, la única palabra que él captó fue frisbi, aunque en nuestra imaginación se ha creado la ilusión de que Rex puede entender una oración compleja.

Los perros son lobos amables. Son así porque a lo largo de miles de años, los humanos, que compartíamos el territorio con ellos, preferimos adoptar a los lobos que eran naturalmente "buenos" con nosotros. Esta selección "no natural" provocó generación tras generación lobos muy domesticables y útiles, léase perros.

Entonces, muchas de las habilidades sociales que hoy vemos en los perros son el reflejo de ese proceso de miles de años en el que ambas especies hemos aprendido a "gustarnos" y a "manipularnos" mutuamente. ¿Dónde terminan las habilidades aprendidas de los humanos y comienza la "verdadera" mente canina? Faltan más estudios para determinarlo.


Información de Time. Versión, edición y traducción de Sophimanía

¿Qué es Sophimanía?

Divulgación Científica:
Impulsamos el conocimiento de temas que por coyunturas políticas, pasan a 2do plano. Creemos que solo nuestro instinto por saber, conocer, explorar, cuestionar, construir, ha permitido que nuestra especie ocupe este espacio-tiempo, y por lo que quizás permanezca.

Pensamiento Crítico:
Ver el mundo con ojos nuevos. Rebelarse contra la información estandarizada. No dejarse doblegar por el sistema, la educación pasteurizada o el circuito estético consumista imperante. Ser libre, o lo más libre posible, empezando por tu mente y tu cerebro.

Un blog de Claudia Cisneros