Fragmento de este cohete sería el que desató la alarma en la EEI. Imagen: AEU
La basura espacial es un problema cada vez más serio para la navegación orbital. Casi "sin darnos cuenta" hemos poblado nuestra atmósfera superior de miles de fragmentos de satélites y desechos diversos.
En el espacio no hay "basura pequeña" ya que, por ejemplo, un perno que esté en órbita se comporta en la práctica como una bala perdida, capaz de traspasar las capas de seguridad de un traje espacial (por eso toda caminata espacial es riesgosa).
El fragmento que ahora nos preocupa es bastante más grande que un perno, muy probablemente un pedazo del cohete Ariane 5, de unos 19 metros cuadrados, que -de impactar directamente contra la Estación Espacial o el Discovery- podría causar un tremendo daño.
Afortunadamente, las últimas estimaciones de los controladores de vuelo de la NASA señalan que no será necesaria una "maniobra evasiva" para evitar el impacto. Se ha determinado que lo más probable es que la mañana del viernes el pedazo de basura pase a (solo) tres kilómetros de la EEI, lo que en términos espaciales es un "roce".
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Sophimanía con información de la NASA
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