"Fat Brad", una realidad que afrontan dos tercios de los norteamericanos
adultos. Fuente: Internet
Hay miles de dietas distintas. Y si usted tiene sobrepeso seguramente ha probado decenas de ellas, probablemente con pocos resultados. Si es así le interesará saber del estudio hecho por el doctor Frank Sacks, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, quien lo resume de esta manera: "El tipo de dieta que elijamos no es tan importante. Lo importante es comer menos".
El estudio monitoreó 811 obesos agrupados al azar para seguir cuatro dietas distintas (dieta baja de grasas, dieta alta de grasas, dieta alta en proteínas y dieta balanceada) complementadas con 90 minutos de ejercicios a la semana. Después de seis semanas, todos los participantes, sin importar qué dieta hicieron, perdieron en promedio seis kilos, un siete por ciento de su peso original.
Luego de dos años aumentaron en promedio casi dos kilos. Solo el quince por ciento de los participantes se mantuvo con el peso perdido. Todos, sin embargo, redujeron sus posibilidades de enfermar de diabetes y su colesterol "malo" (HDL) bajó mientra que el "buen" colesterol (LDL) aumentó, todo ello redundando en un corazón más saludable.
La doctora Catherine Loria, coautora del estudio, dijo: "La gente debe elegir alimentos saludables, pero el estudio también demuestra que hay mucha flexibilidad a la hora de armar una dieta".
Pero si elegir qué comer ya es difícil, lo es más comer menos. Al comienzo el plan era que los participantes en el experimento comieran 750 calorías menos al día, pero fue una meta imposible de alcanzar. El promedio de reducción de calorías aceptable fue de 225 calorías menos al día, la tercera parte de la meta inicial. Los médicos ahora opinan que reducir 750 calorías de la noche a la mañana es demasiado arduo y apuestan por una reducción gradual.
Otros investigadores dicen que comer menos es un trabajo demasiado difícil para que sea encarado por una sola persona, que lo mejor es compartirlo socialmente. Martjin Katan, profesor de nutrición de la Universidad de Amsterdam recordó que en Francia fue testigo de cómo un pueblo se preocupó por el peso de sus habitantes.
Construyeron rutas para salir a correr y caminar, canchas para hacer deporte al aire libre, impartieron clases de cocina saludable e incluso hicieron intervenciones en familias en riesgo de caer en obesidad severa. Comparado con ciudades cercanas, en ese pueblo francés la obesidad en niños se redujo 8.8 por ciento. "Combatir y prevenir la obesidad requiere un nuevo enfoque más social e incluso más ambiental" dijo Katan.
El estudio hecho en Estados Unidos avala ese planteamiento pues los participantes en el experimento tenían asesoramiento y eran parte de un grupo. Esos factores ayudaron a que la baja de peso haya tenido más éxito que los intentos individuales. Ser parte de un grupo con las mismas metas ayuda a mantener la motivación y la concentración.
Los especialistas también aconsejan plantearse metas realistas. Una persona de 115 kilos difícilmente podrá convertirse en un supermodelo en el transcurso de una vida. Y no lo necesita. Una reducción de peso de un 10 por ciento lo puede ayudar mucho a bajar el colesterol y el riesgo de padecer enfermedades cardiacas y diabetes.
Muchos doctores especialistas en dietas no aspiran a que sus pacientes sean delgados sino saludables. Y el "secreto" básico para bajar de peso sigue siendo el mismo: comer menos calorías de las que necesitamos.
Información de Time. Versión, edición y traducción de Sophimanía
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