La ciencia libra a los gatos de un estigma de décadas. Foto: Jimbocyberdoc.files
Por años se ha señalado que los gatos son un factor de riesgo para niños asmáticos, pero un nuevo estudio redirige esas sospechas hacia los perros más que contra los gatos.
Según el estudio, tener un perro en casa eleva el riesgo de desarrollar ataques de asma. El seguimiento a 380 niños con elevados antecedentes familiares de asma así lo sugiere, ya que los que tenían mayor presencia de "alérgenos caninos" resultaron casi tres veces más propensos a la enfermedad. Esta correlación no se cumplió respecto de los alérgenos felinos.
No se sabe el por qué de esta diferencia entre gatos y perros. Un factor posible es la endotoxina, un químico producido por las bacterias que inflaman las vías respiratorias explicó Chris Carlsten, del Hospital General de Vancouver en Canadá.
Esta sustencia está mucho más presente en perros que en gatos. Sin embargo, Carlsten dice que es muy pronto para dar un veredicto en contra de los perros como mascotas en hogares con historiales de asma. Son necesarios más estudios.
Información de Reuters. Versión, edición y traducción de Sophimanía
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