Harris y sus cuatro hijos adoptados. Foto: Revista People.
En Carolina del Norte, Estados Unidos, mujeres y hombres pobres adictos a las drogas están consiguiendo 300 dólares en efectivo a través de un controversial programa de esterilización o anticoncepción de largo plazo.
De esta forma se quiere prevenir que estas personas tengan hijos adictos (la adicción puede ser transmitida de madre a hijo durante la gestación) o a los que no pueden cuidar de forma adecuada.
Barbara Harris, fundadora de la organización que lleva adelante este programa, dice: "Incluso si sus hijos tienen la fortuna de nacer sanos, ellos deben entrar al cuidado estatal, yendo de un hogar adoptivo a otro". Y se pregunta: "¿Es más importante el derecho a procrear o el derecho que tiene un niño a llevar una vida normal?". Harris no habla de oídas. Ella ha adoptado cuatro niños, hijos de adictas al crack, en Los Angeles.
Desde 1997, el proyecto ha trabajado con 3,371 adictos estadounidenses. De ellos 1,253 han optado por ligaduras de trompas y vasectomías. Su condición de adictos es previamente confirmada por registros policiales o cartas oficiales de asistentes sociales. Los que eligen métodos anticonceptivos de largo plazo (DIUs por ejemplo) reciben cien dólares, fondos que le son suministrados por donativos.
Por supuesto hay quienes se oponen al programa y lo cuestionan bajo supuestos éticos y morales. Describen su programa como "nazi" y lo comparan con los "métodos eugenésicos" que estuvieron en boga en Estados Unidos y Alemania a fines del siglo 19 y comienzos del 20.
Sus opositores le preguntan: ¿Realmente un adicto es mentalmente capaz de tomar libremente la decisión de esterilizarse?, a lo que Harris contra argumenta: "Si un adicto no puede decidir sobre si se esteriliza o no... ¿Sí puede decidir sobre tener un hijo?".
Para otros es mejor que el dinero se gaste en tratamientos para los adictos pues seguramente los trescientos dólares van para comprar más drogas. Harris admite que esto puede ser verdad, pero también es verdad que algunos usan ese dinero para ayudarse a salir de su adicción.
Actualmente Harris está tratando de llevar su programa a Inglaterra, desde donde ha recibido constantes pedidos de ayuda y algunos donativos.
Información de Times. Versión, edición y traducción de Sophimanía
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