lunes, 1 de marzo de 2010

Sistema peruano de alerta de tsunamis no funciona


Un maremoto: una de las peores pesadillas a las que nos podemos afrontar
puede ser prevenida... Pero no en el Perú. Foto: Tsun.sscc.ru


En una interesante y alarmante entrevista dada a la periodista Milagros Leiva de El Comercio, el presidente del Instituto Geofísico Peruano, Ronald Woodman (uno de los científicos nacionales de más renombre y prestigio en la comunidad internacional) advirtió que el sistema peruano de alerta de tsunamis simple y llanamente "no funciona".

La razón es que depende de la red telefónica, que es la primera en colapsar luego de un terremoto ya que todo el mundo llama a sus familiares para asegurarse de que están bien. Mientras tanto, el tsunami se puede estar gestando y no hay forma de dar una alerta lo suficientemente temprana. "Esa es la lección que aprendimos de Pisco" recuerda Woodman.

El millón de dólares que solucionaría este problema ya ha sido tramitado ante el gobierno por el Instituto Geofísico Peruano desde hace meses. El IGP ha cumplido todas las etapas, evacuado todos los informes y autorizaciones, pero del dinero que implementaría el sistema de alerta temprana de tsunamis... Nada. "Esa es mi queja constante -dice Woodman amargamente- No dan el dinero. No dan razones. Si el tsunami de Pisco hubiera ocurrido en el Callao habrían muerto miles y se podrían salvar con una alerta temprana que no tenemos".

Cuando Ronald Woodman habla, la comunidad intercional de físicos lo escucha con
atención. Algo que lamentablemente no hacen los políticos peruanos. Foto: El Comercio

Ante la carencia de un sistema confiable de alerta de tsunamis, Woodman tiene una sugerencia de sentido común: "Mi recomendación es siempre la misma: si se produce un terremoto y el mar se retira, hay que ganar altura."

Y Woodman no habla sobre teorías, sino sobre eventos que ya han sucedido en décadas pasadas: "El tsunami del 2007 al sur de Paracas fue muy similar al que sufrió el Callao en 1746. El mar llegó diez metros más arriba de su nivel normal, imagínese diez metros encima de las casas de La Punta, seis metros son dos pisos. Imagine todo el Callao bajo ese nivel de agua que llega en quince minutos".

La insistencia de Woodman con los tsunamis se debe a que se pueden predecir. "Los terremotos nos sorprenden. El tsunami es el trueno después del relámpago. Cuando ocurre un sismo las ondas se propagan a miles de metros por segundo y casi de forma inmediata los sismógrafos detectan la magnitud, profundidad y epicentro. Si está en el fondo marino y tiene suficiente magnitud podemos dar una alerta de tsunami".

Pero sin un sistema de alerta temprana, no hay forma de dar ese aviso. Una tragedia como la de Sumatra puede ocurrir en nuestro país. En ese país los científicos pidieron un sistema de alerta de tsunamis, pero nunca les hicieron caso. El 2004 el agua cobró la vida de un cuarto de millón de personas, sin mencionar los miles de millones perdidos en infraestructuras y bienes.

La tragedia de Sumatra: 250 mil muertos por un tsunami que sus autoridades pudieron
prever con una mínima inversión. ¿El Perú en la misma senda? Foto: Boncherry.com

Según reporta El Comercio, Woodman fue hace unos días a hablar sobre tsunamis en la Comisión de Defensa del Congreso. El vicepresidente Giampietri dio el discurso inaugural, pero luego se fue. Siguiendo su ejemplo, los "padres de la patria" fugaron a poco de comenzar la conferencia. Solo quedó el presidente de la mesa, pero dedicado a leer otras cosas. "Es frustrante -reconoce Woodman- Chile tuvo un sismo el año pasado y por eso incrementó su presupuesto en 60 millones de dólares para mejorar su sistema de alerta; nosotros rogamos por un millón".

Sobre la posibilidad de terremotos futuros en nuestro país, Woodman también es categórico: "Es una regla: todo lo que sucede geológicamente vuelve a suceder. Vamos a tener un tsunami con la misma intensidad que tuvimos en el pasado, lo único que nos favorece es que cuanto más grave es la situación, menos frecuente es. Sismos como los que acaban de suceder en Chile ocurren una vez cada doscientos años."

Woodman también recalca que la escala con que se mide la intensidad de los terremotos es logarítmica. Eso significa que de un número a otro no hay diez por ciento de diferencia, sino mucho más. "En una escala logarítmica decir nueve significa treinta veces más fuertes que ocho".

Frente a terremotos inevitables e impredecibles, Woodman recalca la necesidad de construir con tecnología antisísmica en todo el territorio peruano. "Sí puedo decirle que usted y sus hijos estarán sometidos en Lima a un sismo muy grande, definitivamente. Eso va a suceder. Y lo que tiene que hacer es vivir en una casa segura. Ojalá y toda la población entienda esto."

Sobre el estado actual de Lima, Woodman cree que si ocurriera un terremoto como el de Chile aquí, el resultado sería mucho peor que el que han tenido en el sur. "¿Con un terremoto de 8,8 cuántas casas se vendrían abajo? ¿Los hospitales se mantendrían en pie? ¿Se darían abasto? ¿Y los colegios?".

¿Qué hacer ante el desinterés del gobierno, del Congreso, del Ministerio de Economía? le pregunta finalmente la reportera. Woodman tiene esperanza en la presión que puede ejercer la prensa. "Los peruanos tenemos que presionar. No nos queda otra".

Información de El Comercio, entrevista de Milagros Leiva. Resumen y edición de Sophimanía

1 comentario:

Anónimo dijo...

No funciona porque no existe. El gobierno invierte en y promueve el dia nacional del pisco (borracheras por doquier) pero no le interesa salvar vidas a traves de un sistema nacional de alerta temprana. Que tal?

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