De otorongos y comadrejas: gastos operativos ahora forman parte de los sueldos congresales

¿Mucho hemiciclo para tan poca vergüenza? Foto: Andina

En una fábula de Esopo, una comadreja trata de justificar con el argumento de "el bien común" su intención de tragarse un pobre gallo, el que -con lógica y sentido común- desbarata cada una de sus supuestas razones. ¿El resultado? La comadreja se lo traga igual, a lo que Esopo sentencia: "Los perversos tratan de ocultar su naturaleza tras una máscara de buenas intenciones, pero cuando no lo logran, actúan igual, mostrando su verdadero rostro".

Si Esopo fuera peruano y contemporáneo, la "comadreja" tendría curul y 119 coleguitas 'trabajando' en Av. Abancay sin número. Y es que en peruanísima jugarreta criolla-más conocida coloquialmente como 'pendejada'- ayer, los legisladores (¿demasiado nombre para tan poco honor?), incapaces de ocultar su angurria, dejaron de esforzarse por pretender que "velan por el bien de los peruanos," para velar, sin sangre en la cara, por el bien de sus impunes bolsillos: convirtieron los cuestionados "gastos operativos", en parte de sus sueldos.

Por 61 votos a favor y apenas 17 en contra, los congresistas consumaron otra "otorongada" frente a la vista y paciencia de la ciudadanía. La iniciativa no estaba en agenda, pero igual se exoneró de pasar por comisiones y se debatió y aprobó en tiempo récord. Así, los S/. 7,600 soles de gastos operativos ahora forman parte de sus sueldos como una "asignación especial", afecta al impuesto a la renta-al menos-.

Personas de distintos gremios han respondido con indignación a través de las páginas de Perú 21. "De los congresistas ya no me sorprende nada" ha declarado Salomón Lerner, ex presidente de la Comisión de la Verdad, comisión que ha vuelto a ser cuestionada -oh ironía- por el Congreso, que le exige a Lerner que explique "científicamente" la forma en que se determinó el número de víctimas producto de los años de violencia.

"Para quien no hace nada y quiere meterse la plata al bolsillo, es ideal" ha dicho Percy Medina, secretario técnico de Transparencia, mientras que para el analista Carlos Basombrío: "El Congreso transmite un mensaje de ocultamiento".

Pero si los congresistas creen que sus maniobras terminarán por imponerse sobre el ánimo de una población que exige de forma pacífica pero firme transparencia y honestidad, están totalmente equivocados. "Adopta a un congresista" ha sido el primer paso, al que se sumarán otros. No se trata de acabar con el Congreso, que es un poder legítimo e indispensable en un Estado de Derecho, se trata de acabar con la mediocre dictadura de quienes -en supuesta representación de todos- lo utilizan en beneficio propio, pretendiendo quedar impunes.

El Paki, ciudadano bloguero que inició la campaña 'Adopta un congresista' en la Red ha abierto un blog ad hoc para el tema, es un punto de convergencia de nuestra preocupación e indignación ciudadana. Entra aquí y visítalo, desahógate, comenta, quéjate, oponte, haz lo que quieras, pero haz algo!. La inacción es también una postura.

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