sábado, 29 de octubre de 2011

La astronauta estadounidense Ellen Baker visitó el Perú


Astronauta Ellen Baker. Foto: Internet.

Una de las muchas ventajas de ser astronauta es poder ver, literalmente, la Tierra a distancia. “Desde arriba la Tierra se ve distinta, somos solo un punto azul. Un astronauta nos ve chiquititos”, dijo Jorge Heraud, PhD en Radiociencia, durante la introducción a la conferencia de Ellen Baker. Y a lo largo de la exposición de la astronauta norteamericana en la Universidad Católica pudimos ver por un momento, con fotos, videos y a través de su testimonio, el planeta a la distancia que lo vio ella en sus más de 600 horas acumuladas en el espacio. “Vivimos en un planeta muy pequeño y en un universo muy grande”, dijo durante su presentación Baker, que lleva más de 25 años en la NASA.

La conferencia sirvió para poder acercar, a un público esencialmente joven, detalles de la vida cotidiana de un astronauta ejerciendo su función en su lugar de trabajo: fuera de la Tierra. Las interrogantes y dudas de los asistentes fueron lo más destacado porque permitían las respuestas puntuales de la astronauta.

Nunca pensaba ser astronauta, solo los hombres lo hacían (en ese entonces) pero sabía que podía hacer lo que quisiera. Nunca fui la más inteligente de la clase pero era de las que más trabajó. Si vas bien en el trabajo escolar y en el trabajo tendrás más oportunidades en la vida. Y si encuentras lo que te gusta hacer no lo mirarás como trabajo”, dijo Ellen Baker, quien además de astronauta, es geóloga y médico. Llegó a la Agencia Federal Aeronáutica Estadounidense en 1981 y se volvió astronauta en 1985.



Baker ha estado en la Estación Espacial Internacional por períodos de seis meses y tuvo que convivir con la sensación de darle una vuelta a la Tierra cada 90 minutos. Precisamente sobre la vida cotidiana fuera del planeta mencionó: “Arriba o abajo no tiene sentido cuando vives sin gravedad. La comida viene en bolsas plásticas. Mucha es deshidratada y se le debe poner agua. No comemos pan sino tortillas, porque las migas circulan en el aire y son difíciles de limpiar. Las bebidas vienen en bolsas metálicas”.

Vivir fuera de la Tierra significa no usar los músculos o huesos del cuerpo en la medida en que hace falta para que se mantengan activos. Y se corre el riesgo de una atrofia. Por eso, comentó Baker, “Es importante hacer ejercicios porque los músculos y los huesos se vuelven débiles y al regresar a la Tierra está el peligro de que se rompan. Los huesos de una persona pueden volverse como de alguien con osteoporosis. Se debe hacer 2 horas diarias de ejercicios y se trabaja con bicicletas estacionarias y con máquinas trotadoras”.

Dentro de la lista de detalles curiosos que demanda la vida en el espacio, Ellen Baker mencionó: “Para cortarse el cabello hace falta tener una aspiradora al lado, para succionar los cabellos. Los baños necesitan mucha succión para poder funcionar. En el espacio no te bañas, así la expedición dure 6 meses. No existen duchas”.

Proyecciones


Finalmente, comentando sobre las proyecciones en el trabajo de la NASA para la exploración del espacio, mencionó: “Estamos construyendo cohetes más grandes para poder llegar a Marte o a algún asteroide. También se viene explorando nueva tecnología para poder viajar más rápido con un proyecto de motor de plasma, desarrollado por el astronauta costarricense-americano Franklin Chang Díaz, que permitiría llegar a Marte en la mitad del tiempo que demanda ahora”.

1 comentario:

lobovox15 dijo...

Es un lujo tener una visita asi y que comparta sus experiencias con nosotros. Es un ejemplo de superacion para las jovenes.

¿Qué es Sophimanía?

Divulgación Científica:
Impulsamos el conocimiento de temas que por coyunturas políticas, pasan a 2do plano. Creemos que solo nuestro instinto por saber, conocer, explorar, cuestionar, construir, ha permitido que nuestra especie ocupe este espacio-tiempo, y por lo que quizás permanezca.

Pensamiento Crítico:
Ver el mundo con ojos nuevos. Rebelarse contra la información estandarizada. No dejarse doblegar por el sistema, la educación pasteurizada o el circuito estético consumista imperante. Ser libre, o lo más libre posible, empezando por tu mente y tu cerebro.

Un blog de Claudia Cisneros