Foto: ElPaís.com
Dos especies vegetales relacionadas a menudo en bombones, galletas y pasteles han desvelado sus genes a la vez, con las secuenciaciones de sus genomas realizadas por dos equipos independientes de científicos.
Unos, los del cacao, se han centrado en una variedad considerada una de las de más alta calidad, la Criollo, domesticada por los mayas hace 3,000 años, pero especialmente complicada de cultivar por su propensión a las infecciones.
Con el genoma se podrían mejorar las características de otras variedades o reforzar la resistencia de la Criollo. En cuanto a la fresa, se ha secuenciado el genoma de la planta salvaje y los investigadores también señalan las oportunidades, a partir de ahora, de mejorar su sabor y su resistencia a los patógenos. La fresa ha resultado tener unos 35,000 genes, lo que supone aproximadamente una vez y media los del genoma humano.
Se cultivan al año unas 3,7 millones de toneladas del cacao, pero menos del 5% son de la variedad más fina debido a su baja productividad comparativa y su susceptibilidad a las enfermedades, explican en la revista Nature Genetics los investigadores que han secuenciado el genoma. Hongos, virus y plagas de insectos producen una pérdida de aproximadamente el 30% de las cosechas. Sin embargo el chocolate tiene una demanda creciente, sobre todo el de más calidad y el amargo, con mayor porcentaje de cacao.
Claire Lanaud (Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo, Francia) y sus colegas de 18 instituciones de varios países, han secuenciado los genes de la variedad Theobroma cacao, Criollo, y en los estudios se han centrado en las familias de genes que pueden tener un impacto en su mejora.
"Nuestro análisis del genoma del Criollo ha descubierto las bases genéticas de procesos relacionados con las características de calidad más importantes del chocolate, es decir, la biosíntesis del aceite, los flavonoides y los terpenos", explica Sieta Maximova, de la Universidad de Penn State ((EE UU). "También han permitido descubrir cientos de genes potencialmente relacionados con la resistencia ante los patógenos que pueden ser utilizados para acelerar el desarrollo de variedades óptimas de cacao en el futuro".
La fresas salvajes crecen por todo el hemisferio Norte y tuvo un consumo generalizado hasta hace unos 250 años, cuando fue reemplazada por la fresa cultivada (Fragaria x annassa, que produce frutos más grandes. Kevin Folta (Universidad de Florida, EE UU) y sus colegas han secuenciado la salvaje y consideran que sus resultados, también presentados en Nature Genetics, pueden tener importancia para los cultivos en el futuro.
El genoma permitirá identificar los genes que confieren resistencia a las enfermedades, como la provocada por el hongo Verticillium dahliae, un patógeno del suelo que marchita las fresas cultivadas y otras plantas. Aunque se han desarrollado variedades resistentes, éstas no suelen satisfacer las exigencias de calidad de los consumidores, señalan los científicos.
Además, "es importante secuenciar el genoma de la fresa salvaje porque esta planta está estrechamente relacionada con varios otros productos agrícolas que consumimos", como manzanas, melocotones, peras y frambuesas, así como con las rosas, explica Dan Sargent, científico del Consejo de Investigación en Biotecnología y Ciencias Biológicas británico.
Información de ElPaís.com. Resumen de Sophimanía
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