Obama pide sanciones más duras contra causantes de desastres ecológicos

Así se ven las aguas afectadas por el desastre ecológico del Golfo de México, cuyos responsables

han comenzado a acusarse mutuamente, sin que halla solución a la vista. Foto: AP

Obama planea endurecer las compensaciones por daños en caso de derrames de petróleo, que actualmente limita esos pagos a 75 millones de dólares. El anuncio coincide con la comparecencia de altos funcionarios de las empresas British Petroleum (BP), Transocean y Halliburton, que han de rendir cuentas en el senado estadounidense sobre el derrame en el golfo de México, que amenaza con convertirse en el peor de la historia de EEUU.

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, señaló en un comunicado que Obama ha planteado la importancia de contar con expertos independientes y de poner todas las soluciones posibles sobre la mesa. Además el presidente ha ordenado al secretario de Energía, Steven Chu, que se ponga al frente de un equipo de altos cargos y de científicos del Gobierno para mantener un "extenso diálogo" con BP sobre posibles soluciones al desastre. "Como el presidente ha dejado claro con anterioridad, BP pagará todos los costes de detener el flujo de crudo y su limpieza, y reclamaremos con energía una compensación completa por todos los daños" causados, expuso Gibbs.

Añadió que Obama "ha pedido que enviemos legislación al Congreso para endurecer y actualizar la ley que impone un límite a la compensación por daños". El pasado 5 de mayo, miembros de la Cámara de Representantes ya plantearon la legislación para obligar a BP a pagar compensaciones de hasta 10,000 millones de dólares por el incidente, que el Gobierno de EEUU ha considerado "catástrofe nacional".

BP operaba la plataforma que se hundió el pasado 22 de abril en el golfo de México y desencadenó un derrame de alrededor de 800,000 litros de petróleo diarios. Transocean era la propietaria de la plataforma, mientras que Halliburton realizó trabajos técnicos en la instalación.

La petrolera quedó eximida por EEUU de tener un plan de emergencia en caso de que la plataforma, que alquiló a la subcontrata Transoceanic, provocara un vertido. Hace dos años, George W. Bush dejó de exigir medidas concretas de respuesta a fugas de petróleo varias perforaciones del golfo de México. Y la misma postura mantiene el gobierno de Obama. Debido a su falta de preparación, BP duda ahora de cómo sellar las dos fisuras que quedan abiertas en el lecho marino, después de fracasar, el sábado, el intento de colocar una campana de acero y cemento sobre una de ellas. La compañía ha cifrado el coste de las tareas de limpieza en el golfo de México en 350 millones de dólares.

Según The Wall Street Journal, Lamar McKay, presidente de la filial estadounidense de BP, Steven Newman, de Transocean y los dueños de Halliburton, las tres empresas implicadas en el desastre, preparan acusaciones mutuas.

Información de ElPaís.es. Resumen de Sophimanía

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