realidad. Foto: Freethoughtfortwayne
Diez años y dos mil quinientos millones de dólares invertidos en investigación han encontrado que la llamada "medicina alternativa" no cura. Sin embargo este tipo de tratamientos -no probados bajo condiciones de laboratorio- son usados por un tercio de los estadounidenses.
Respecto de la "medicina alternativa" o de las "terapias naturales" mucha gente dice: "Yo creo y me siento mejor". Pero es el efecto placebo el que explica la gran mayoría de mejoras que sienten los pacientes que recurren a ellas.
Se trata de un fenómeno mental que al parecer reinterpreta las molestias sentidas (como fatiga, dolor o ansiedad) luego de tomar una "medicina" o recibir un "tratamiento" que en realidad no es tal. Pero el resultado es que uno se siente "mejor".
Es un efecto poderoso y que alivia aproximadamente a un tercio de las personas, pero no es real. Y no sólo está presente en los "tratamientos alternativos", también funciona cuando recurrimos a la medicina científica.
¿Cómo funciona exactamente? Todavía no se sabe con certeza. Algunos han lanzado hipótesis que señalan que el hecho de creer altera la química cerebral, aminorando el estres y el dolor.
Está bien documentada la relación entre emociones y cambios físicos. Y no son pocos los médicos titulados que usan placebos para hacer sentir mejor a sus pacientes con dolencias crónicas.
En algunos hospitales de Estados Unidos hasta se permite la entrada de "sanadores" para que "impongan manos" a los pacientes terminales que así lo soliciten. Por supuesto no se curan, pero obtienen cierto alivio en sus horas finales.
La lógica médica en estos casos es esta: Si un tercio de las personas se sienten mejor con los placebos, ¿por qué no dárselo?
El problema no es el placebo, el problema es que ciertos charlatanes lo usan para ganar dinero deshonestamente, a la vez que alejan a las personas realmente enfermas de los tratamientos médicos que los pueden curar o salvar la vida.
Si la dolencia es menor y la medicina no tiene un alivio efectivo, se puede probar un placebo en la forma de "caldito de pollo" o "tecito de hierbas" o lo que fuera. Pero en enfermedades reales quedarse en el placebo (vendido bajo la etiqueta de "natural", "alternativo", "no comercial" o lo que fuera) puede costarnos la vida.
Pablo Vásquez para Sophimanía con información de AP
1 comentario:
Hola, Señorita Claudia Cisneros. Yo estoy de acuerdo en que el creer, alivia bastante. No solo en cuerpo, sino también en alma y cerebro. Pero no confundamos que una cosa es lo que nos dio la naturaleza, y otra, lo que los seres humanos han elaborado, como las medicinas.
En la naturaleza, existen plantas medicinales, y en cantidad, más por sus propiedades, que son vitales para el organismo. Algunos tienen efectos de limpieza, depuración. Otros son curativos. Pero no está a nivel industrial, sino que depende de cada persona, o familia, conseguirlos para poder consumir alimentos balanceados, y así sentirse mejor. En esto último, más que aliviar, es una realidad la recuperación del organismo. Gracias por leerme. Renzo Manrique.
Publicar un comentario