Serán desagradables, pero son nuestras aliadas para tener buena salud. Foto: Taringa
Nos lavamos las manos compulsivamente. Desinfectamos con alcohol las superficies que consideramos tóxicas. Andamos de puntillas por áreas que consideramos contaminadas. Todo para minimizar nuestro encuentro diario con los gérmenes.
La realidad es que vivimos en un plato de Petri, literalmente rodeados y hundidos en colonias de gérmenes que habitan desde la superficie de nuestra piel hasta nuestras más profundas vísceras.
Todas las bacterias que viven en nuestro cuerpo llenarían sin problemas una botella de medio galón. De hecho por cada una de nuestras células "humanas" llevamos diez "células bacterianas". ¿Te parece que las cifras no cuadran? Eso es porque las células bacterianas son muchísimo más pequeñas que las células humanas.
Pero no te preocupes. De hecho es algo bueno. La "invasión" de las bacterias comienza apenas nacemos. Millones de ellas entran en los sistemas de los bebes a cada momento, por la boca, al contacto con la piel de la madre y por supuesto por la leche. De hecho, la madre es la principal fuente de "contaminación" bacterial para un bebe, una contaminación que abarca toda nuestra vida.
Sea cual sea su puerta de entrada a nuestro cuerpo, los microbios viajan por el esófago hasta el estómago y los intestinos, donde se instalan en colonias. Se estima que unas 500 especies viven todo el tiempo en el intestino de los adultos, bacterias como estreptococos, estafilococos, flavobacterias, etc.
Por bastante tiempo los científicos estaban indecisos sobre si esto era bueno o malo para la salud. Ahora todos coinciden en que es bueno. Las bacterias producen químicos que nos ayudan a obtener energía y nutrientes de los alimentos. Si no las tuviéramos, tendríamos que comer un tercio más de alimentos para mantener nuestro peso.
Y no solo eso, las bacterias nos ayudan a mantener sano nuestro sistema autoinmune, también combaten algunas enfermedades (son algo así como "antibióticos naturales") y -según informan los del proyecto genoma humano- tenemos al menos 40 genes de origen "bacteriano".
¿Cómo diablos y cuándo llegaron estos genes a formar parte de nuestro código? No se sabe. Lo que se sabe es que están ahí. Una cosa sí es segura: los humanos le debemos mucho más a las bacterias de lo que en un inicio pensamos. Las funciones que cumplen en nuestro cuerpo para mantenernos sanos recién comienzan a ser develadas.
Una razón más para, primero, no abusar de los antibióticos (que destrozan nuestras floras intestinales sin discriminar "buenas bacterias" de las "malas") y segundo, pensar dos veces antes de usar la palabra "bacteria" como insulto.
Información de Scientific American. Versión, edición y traducción de Sophimanía
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