Twitter y Facebook destronan a la pornografía como primera actividad en la internet

Las marcas de las redes sociales nacen y mueren y cambian, pero el espíritu de

libertad se fortalece y se impone. En los noventas los medios se volvieron "dictaduras

comerciales, hoy se ven obligados a escuchar al público otra vez. Imagen: Farm4

Buenas noticias: las redes sociales acaban de superar a la pornografía como actividad número uno de los internautas de Estados Unidos. YouTube aloja 100 millones de videos y ya es el segundo buscador más utilizado detrás de Google.

Los usuarios de Facebook comparten cada día un millón y medio de fotos, videos, noticias, comentarios y links. Pero el asunto no acaba ahí: una de cada 8 parejas estadounidenses casadas en 2008 encontró a su media naranja en una red social.

A la radio le costó 38 años conseguir 50 millones de oyentes en EEUU. A la televisión, 13. A Internet, cuatro. Al iPod, tres. Facebook logró 100 millones de usuarios en sólo 9 meses.

No solo estamos interconectados, ahora podemos "modificar la (sagrada)

agenda noticiosa. Imagen: Wordpress

Los usuarios cada vez pasan más tiempo en ellas, modifican sus hábitos y, en esta transición, hacen que organizaciones, medios de comunicación y cualquiera con un perfil público tenga que transformar su forma de trabajar.

Las empresas, por ejemplo, necesitan proteger su marca en internet y comienzan a usar las redes para aprender sobre sus consumidores. Las organizaciones tienen en las redes sociales el distribuidor perfecto para promover proyectos y captar nuevos afiliados.

Según una investigación publicada por comScore, en EEUU el 21,1% de los anuncios en internet aparece justamente en estas webs. Y sólo MySpace o Facebook acaparan el 80% del total.

Los medios tradicionales ya entendieron que las redes no son el enemigo, por el contrario, las necesitan. Son un altavoz, el camino para captar nuevas audiencias, un foro de aprendizaje donde conocer las costumbres, intereses y motivaciones de los lectores.

La buena nueva ya es motivo de un video. ¿En dónde? ¡En la red! Video: YouTube

En EEUU, en el Washington Post trabajan para promover contenido fuera de su página. Los reporteros tienen su perfil personal para hablar con los lectores y recomendar sus noticias; los editores distribuyen artículos en su red de amigos; el defensor del lector recoge comentarios dentro y fuera de las páginas de la versión online del periódico...

Lo que hace unos años era imposible por inabarcable, las redes sociales lo hacen posible. La explosión del uso de redes sociales ha cambiado nuestra relación con las noticias. Ya no son algo que recibimos pasivamente. Ahora participamos en las noticias, reaccionamos a ellas y las compartimos.

Hace un tiempo los lectores llegaban automatizados por RSS, ahora llegan desde redes sociales. Y esto afecta también a los comentarios: Antes la gente respondía en el blog, ahora responden por Twitter o Facebook.

Ahí tienen la sensación de que sus palabras quedan 'entre amigos'. Los comentarios publicados en un medio de comunicación pueden ser leídos por cualquiera. Pero si lo escribimos en nuestro perfil, sólo será visible para aquéllos que nosotros hemos elegido.

Antes del verano, The Guardian convertía a los ciudadanos en fuentes de información cuando les invitó a indagar en un documento con detalles sobre los gastos del primer ministro británico. El diario consiguió alistar a 20,000 voluntarios que, asistidos por un equipo de periodistas, pusieron su curiosidad al servicio de una de las exclusivas de la década en Gran Bretaña.

Hoy, más que nunca en la historia de la humanidad, "la unión (invididualizada)

hace la fuerza". Imagen: Infovark

Es una vuelta de tuerca más a las encuestas de opinión entre usuarios. Ya nadie pregunta qué te han parecido los datos sobre los gastos de los mandatarios de tu país. Ahora un periódico te invita a ayudarle a encontrar cuánto se gastaron y en qué.

Los blogs de información del New York Times tienen un sistema para que los ciudadanos puedan denunciar desde calles mal asfaltadas hasta problemas en el servicio de recogida de basura.

La labor del periodista está en comprobar la situación y cubrirla con el mismo rigor que cualquier otra noticia. En el caso de The Local, del diario estadounidense, las denuncias en una calle de un barrio de Nueva York consiguieron que arreglaran el asfalto dos días después de que aparecieran en el blog. Mediante la colaboración con los medios, los ciudadanos vuelven a ponerlos a su servicio. Sólo hay que abrirles la puerta.

Información de Soitu. Resumen de Sophimanía

Artículo original y completo (en castellano) aquí