parece un paisaje desértico. Sí, era selva y no volverá a serlo, quien sabe si
alguna vez. La contaminación de la minería informal está matando toda
vida a su paso. Imágenes: SPDA
Pocas veces una cámara de video ha podido hacer un registro "in situ" de la destrucción que está ocurriendo silenciosa e interminablamente en Madre de Dios. Gracias a la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, Sophimanía les presenta en calidad de primicia una silenciosa pero devastadora realidad que carcome nuestras más preciadas áreas verdes en la Selva peruana.
Extensas áreas de nuestra amazonía son hace mucho "tierra de nadie" sin ley, sin estado y sin autoridades competentes. Están ocupadas ilegalmente por taladores o mineros informales que a fuerza de prepotencia y armas de fuego se imponen ante los indefensos y legítimos propietarios, que ven sus tierras -antes rebosantes de recursos, de vida y biodiversidad- convertidas en áridos cementerios llenos de mortal contaminación.
La Sociedad Peruana de Derecho Ambiental está dedicada a conseguir estas imágenes y estos testimonios que dan cuenta de esta horrible práctica que -de espaldas a la ley y a todos los principios de defensa del medio ambiente- depreda, tala y destruye cientas de hectáreas ante autoridades que nada hacen para impedirlo. Sophimanía les alcanza aquí, en primicia, un resumen de las imágenes más impactantes captadas por la SPDA.
Testimonio de parte
Desde hace meses Julio Zea Valdivia, de 75 años, camina temeroso por su predio de 130 hectáreas, en Puerto Maldonado. Aquel terreno, donde durante años cultivó diversos frutos, ha sido tomado por decenas de mineros informales que no temen usar la fuerza en busca de oro.
Se han apoderado del 90% del total de 850 hectáreas de reforestación otorgada al señor Zea. No sólo talan sus árboles e inundan áreas extensas con aguas contaminadas matando el bosque, también dejan una herencia de kilómetros de terrenos estériles e irrecuperables.
Testimonio de los afectados, acorralados entre la violencia de los informales
y la ineficacia de las instituciones. Video: SPDA
Se estima que la minería informal en esta región contamina con unas 200 toneladas de mercurio al año. Cuando se oxida, este metal es absorbido fácilmente por los organismos, cuando se disuelve, el agua lo lleva hasta plantas y animales.
Zea Valdivia los viene denunciando desde enero del 2008 ante la policía ecológica, el Inrena y el fiscal de Ecología y Medio Ambiente. Sin embargo hasta ahora la respuesta es una evasiva. Y el suyo es tan solo un caso más de las centenares de denuncias sobre invasión de terrenos contra mineros informales en Madre de Dios.
Una "curiosidad" adicional: después de hacer las denuncias el Inrena, en lugar de apoyarlo, lo multó con 7 mil soles "por no defender su terreno". A esto hay que sumar los gastos inherentes a ser propietario del predio. Mientras tanto, ¿quién pone un alto a los mineros informales?
Información de SPDA. Resumen de Sophimanía
1 comentario:
Un saludo para Claudia y Pablo, de hecho habrá que saber que pasa con las autoridades competentes en este tema o mejor dicho "competentes", pues es sospechoso la forma como se han deempeñado en cuanto a la denuncia del señor Zea. Este es un delito gravísimo en contra de la ecología del lugar un verdadero santuario en el mundo, esperemos que esto se solucione pronto y se haga más bulla, que esto sí se convierta en una bola de nieve que vaya creciendo para evitar se deprede nuestra selva y de hecho se atropelle de esa manera la propiedad privada.
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