Fue en una ceremonia en la Biblioteca Nacional. Foto: Andina
"El acceso apariencial a la noticia a través de su Twitter, de su Facebook le da la apariencia engañosa de estar cerca a la realidad" se mandó García hoy en la ceremonia que dio inicio a las obras de recuperación de la Gran biblioteca pública de Lima.
"Pero (la persona) no la interpreta (a la realidad) ni la piensa; la adquiere como un estímulo reflejo y todo esto va segmentando lo que para nosotros era ideología integral y compromiso vital" siguió el presidente, en un simplón, demagógico e improvisado intento de hallar un "enemigo moderno" frenta al cual resaltar las viejas bondades del libro y la lectura.
Escúcha tu mismo al presidente García. Video: Canal N
Lo cierto es que si García fuera -de verdad- hijo del libro, la lectura, la "ideología integral" y el "compromiso vital" no diría -en la mismísima Biblioteca Nacional- neologismos como "apariencial" cuando la palabra castellana es "aparencial", ni tampoco pretendería enfrentar el libro con las redes sociales, cuando todos sabemos que son la expresión del mismo espíritu liberador de la cultura y la información que inspiró a Gutemberg a inventar la imprenta de tipos móviles (la "internet" de su época).
Es como si García, llevado por una máquina del tiempo al siglo 15 europeo, en ceremonia pública hubiera alabado las bondades de las copias manuscritas de los monjes (irregulares, carísimas, escasas y plagadas de erratas) en contra de los libros económicos y masificados por el invento de Gutemberg, sin entender que son parte de un mismo proceso, no "enemigos".
¿Representan estas declaraciones de García una auténtica reflexión o posición de nuestro presidente sobre las redes sociales y las nuevas tecnologías? Creo que no. Me parece que es, simplemente, una expresión más de las viejas técnicas populacheras que usan los políticos para inventarse "discursos" sobre la marcha y arrancar aplausos, oh paradoja, desinformados.
Por supuesto, las redes sociales, como los libros, la televisión, el cine, la radio y todos los medios de comunicación, no son "buenas" ni "malas" en sí mismas, tan solo reproducen las virtudes y las estupideces de la condición humana. Alan es la prueba viviente de una parte de esa hipótesis.
Comentario de Pablo Vásquez para Sophimanía con información de Perú 21
4 comentarios:
¿Qué sabe Alan de redes sociales?
Estoy totalmente de acuerdo con Pablo (¿o Claudia?) en que los medios son eso, medios, y que lo vil o sublime es el contenido. Pero seamos justos. Escuché el discurso (vía canal de cable) y, tal como dice la noticia de Peru21, Alan después dijo que no quería anatemizar a los nuevos medios de información, y que éstos se complementaban con las lecturas tradicionales.
Creo que el discurso tocó un punto importante. El bombardeo de información que puede aturdir y que no reemplaza a los libros. Internet puede ser una ventana para información y conocimiento muy valiosos, pero –sin oponerlos, porque no se oponen– nunca está demás reivindicar el valor del libro. La lectura, el análisis, la reflexión y la relectura (proceso por el cual la información puede convertirse en conocimiento), en general ocurren de manera más natural con el libro escrito. La red tiene muchas urgencias (no me refiero solamente al pago del sol por hora en la cabina pública; ver más abajo). Creo que el principal valor de internet es la democratización del acceso a la información, y la universalización de los canales de expresión, por eso es tan temida por los estados totalitarios.
No sé si estaré intoxicado de nostalgia, y por eso tiendo a rescatar lo positivo hasta en alguien con el prontuario de Alan, pero hubo partes del discurso que me gustaron, como cuando citó a Borges con los libros y la noche, y cuando remató con hipérboles gongoristas diciendo que la existencia de la ciudad entera se justificaba a partir de la existencia de un libro y su biblioteca para cobijarlo. Por supuesto que hay demagogia en su discurso, pero la oratoria demagógica también puede apreciarse como un arte, y disfrutarse (siempre que el encantador de serpientes no te embauque). Los sofistas siempre tenían público en sus esquinas.
Creo también que hay una sobreestimación de las noticias que contienen la palabra Twitter o Facebook. Cualquier cosa que se diga de las redes sociales, por más insulsa que sea, captura el interés y multiplica el comentario. Probablemente sea porque los usuarios (no me incluyo) se sienten aludidos directamente (“están hablando de nosotros”). No lo sé. Mi opinión –a partir de observar a personas cercanas- es que las redes sociales tienden a banalizar la comunicación, en parte debido a las restricciones de espacio y su constante actualización. Quiero decir que los mensajes nacen forzosamente cortos y destinados a ser pronto olvidados. Otra vez, hay poco espacio y tiempo para la relectura y la reflexión. Y entonces termina ocurriendo que los textos largos ya no se leen porque –en comparación- parecen más largos de lo que son. Como este comentario, que a esta altura ya aburrió a muchos.
Alan envia mensaje subliminal a sua ala dura para combatir a traves del internet . O estas conmigo o estas en contra mio .
Hola Ernesto, gracias como siempre por visitarnos y darte el tiempo para comentar con tanta prolijidad. Estoy de acuerdo contigo en lo fundamental, en el sentido que los libros son mejores formadores que la internet y sus redes sociales, pero no culpo de eso a la internet en sí misma.
Creo que las personas que se conforman totalmente con lo que Twitter y Facebook y la red les ofrecen como información o contacto humano en vez de ir a otro tipo de fuentes y relaciones, es problema de ellos.
Por más que la red y las redes sociales parezcan encandilar e imponer un tipo de consumo, un tipo de agenda y un tipo de relación boba y superficial, lo cierto es que los "ratones de biblioteca" y los "conversadores de café" somos especies que -si bien minoritarias- nunca hemos estado en peligro de extinción.
No solo "sobrevivimos" al cine, la radio y la televisión, sino que los integramos y domesticamos al punto que sus mejores generadores de contenido somos gente con formación rigurosa -ya sea autodidacta informal y/o académica formal.
No creo que la cosa cambie con la red.
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