Comida chatarra es mala hasta para las cucarachas

"Dime lo que comes (de joven) y te diré qué clase de cucaracha eres". Fuente: Internet

Se supone que podrán sobrevivir al cambio climático y al holocausto nuclear, pero las curacachas no son inmunes a los malos hábitos alimenticios. La pandemia de obesidad que afecta a buena parte de los humanos también perjudica -por los mismos motivos- a las cucarachas, hoy más gordas y menos a aptas para huir por las rendijas y grietas de las paredes.

Esa correlación dio la idea para una investigación sobre alimentación durante la juventud basada en el estudio comparativo de dos grupos de cucarachas: unas bien y otras mal alimentadas. Todas las cucarachas del estudio eran muy jóvenes. No había límite en las cantidades, los odiosos insectos podían comer todo lo que quisieran. Luego, al llegar a la edad adulta las dietas se alternaron: el grupo que comía sano comenzó a comer chatarra y viceversa.

Los resultados han sido sorprendentes. Las cucarachas bien alimentadas durante su juventud maduraron y fueron sexualmente activas primero, tuvieron hijos más sanos y fueron menos indecisas a la hora de aceptar parejas. Las curacachas mal alimentadas eran más gordas, más inmaduras, menos activas sexualmente, más indecisas a la hora de aceptar parejas y con hijos menos saludables.

A pesar de que al llegar la adultez les intercambiaron las dietas, las que fueron alimentadas bien al comienzo de sus vidas mantuvieron mejor su salud que las otras.

"Esto demuestra la importancia de una dieta saludable, especialmente mientras somos jóvenes" ha dicho Patricia Moore de la Universidad de Exeter, directora del estudio. "Los beneficios de una dieta sana en la juventud perduran en la adultez, incluso en los casos en los que -de adultos- adquirimos hábitos perniciosos".

Información de LiveScience. Versión, edición y traducción de Sophimanía

Artículo original y completo (en inglés) aquí