Martin Cooper hizo realidad el "zapatófono". Foto: Wired
En 2002 fueron los 'padres de Internet', en 2008 le tocó el turno a Google y este año los Premios Príncipe de Asturias se han acordado del celular y del correo electrónico. Así es, este año el premio a la investigación científica y tecnológica va para Martin Cooper, el 'padre' del hoy ubicuo celular, y para Raymond S. Tomlinson, el hombre que incluyó la '@' en las direcciones de correo electrónico.
Estos dos ingenieros estadounidenses han dejado atrás a todo tipo de finalistas, como el secretario de Energía de EEUU, Steven Chu, que también es Premio Nobel de Física, o el fundador de Apple, Steve Jobs. En total, 40 candidaturas de 21 países optaban al premio. La ganadora fue propuesta por Vinton Cerf, uno de los 'padres de Internet' premiados en 2002.
El jurado del premio Príncipe de Asturias, compuesto por destacados miembros de la comunidad científica y tecnológica, ha destacado los "hallazgos" premiados han revolucionado "la manera de comunicarse" y han contribuido "de manera decisiva al avance del conocimiento". Además, ha querido dejar constancia de la capacidad de estas herramientas de comunicación para "ayuda a los países en vías de desarrollo", dado que suponen "una fuente de igualdad y de oportunidades" y eliminan las "barreras geográficas ni temporales".
Es cierto que el galardón que ha recaído en dos personas cuyos inventos sin duda han cambiado la comunicación para siempre: según datos de la CIA, alrededor de un 60% de la población mundial tiene un celular -unos 4,100 millones de aparatos-, y según otros de Radicati Group, una de cada cinco personas usa el correo electrónico -alrededor de 1,600 millones-.
Son herramientas de uso diario que cada vez más gente utiliza. Tanto que llevar el correo en el celular puede llegar a ser una adicción debido a los avanzados 'smartphones' que cuentan con una conexión permanente al buzón electrónico -como la Blackberry o el iPhone-. Un premio que, una vez más, y ya empieza a ser costumbre, toca muy de cerca a Internet.
Raymond S. Tomlinson eligió la arroba e hizo historia. Foto: Wordpress
Aunque bien podría haber sido otro símbolo, sin la idea detrás del uso de la '@' en las direcciones de correo electrónico hubiese sido mucho más difícil enviar mensajes de una computadora a otra. O, mejor dicho, de un servidor a otro. E incluso puede que la popularización del servicio hubiese sido diferente.
Mientras trabajaba para ARPANET, en 1971, Ray Tomlinson recibió el encargo de modificar un programa que servía para que los militares enviasen mensajes de un terminal a otro de modo que funcionase en un nuevo sistema operativo.
Y lo que se le ocurrió para identificar a qué equipo pertenecía cada mensaje fue incluir un símbolo que no se utilizase nunca en nombres para separar el del usuario que envía el mensaje -o lo recibe- del que tiene la red a la que pertenece su terminal -servidor-, la '@'. Una decisión que desde entonces ha marcado el desarrollo de Internet.
Aunque los de Tomlinson sólo fueron los primeros pasos, su idea sentó la base de un sistema que hoy casi ha desterrado las cartas en papel, los sobres y los buzones. Y que ha generado graves problemas para la Red y los internautas como el envío masivo de correos no deseados ('spam') o la rápida difusión de los virus. Sin embargo, sus ventajas, como la inmediatez o el carecer de limitaciones físicas o temporales, son innegables.
El auricular en el bolsillo
Si la de Ray Tomlinson es una idea revolucionaria, es difícil encontrar parangón al invento de Martin Cooper: el celular, probablemente el dispositivo más común, vendido y usado en lo que va de siglo pese a que la primera demostración pública se hizo en 1973.
Dicho año, mientras trabajaba para Motorola, Cooper patentó un 'Sistema de radio teléfono', una idea que le llegó a partir de su trabajo en la división de telefonía para carros de dicha compañía. El de Chicago pensó que se podía dar un paso más allá y en sólo 90 días creó el primer prototipo.
Poco después, el 3 de abril de 1973, se convirtió en la primera persona en llamar por teléfono desde un celular. En Nueva York, frente a la prensa, telefoneó a Joel S. Engel, director de investigación de Bell Labs. Un primer mensaje con más 'glamour' que el de su compañero de premio, Tomlinson, quien simplemente escribió "QWERTYUIOP".
Tras el prototipo llegó el histórico DynaTAC de Motorola, el primer celular de un kilo y 35 minutos de conversación. En 1983, el peso se redujo aproximadamente a la mitad aunque el preció aún era prohibitivo: unos 4,000 dólares. Hoy, todo el mundo lo lleva en el bolsillo y muchos modelos prácticamente los regalan; y en la mayor parte de ellos se pueden leer correos electrónicos.
Información de EFE y elMundo. Versión de Sophimanía
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