Pies de uno de los tres niños palestinos aplastados por un tanque israelí,
en Gaza. Fuente: Getty Images
Todos hemos visto las fotografías históricas que dan cuenta del Holocausto nazi en contra de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. También los documentales y las películas sobre el mismo tema, donde a la cruel insanía fascista se enfrenta, sin más armas que unas inútiles pero comprensibles rabia y valentía, la profunda dignidad de un pueblo que muere y sufre a manos de un enemigo inmensamente superior y despiadado.
Niña inmigrante etíope en refugio antibombas al sur de Beersheba, Israel. Fuente: Reuters
¿Podrían los nazis haber realizado el Holocausto en el mundo interconectado y superinformado de hoy? ¿Podrían haber masacrado a millones frente a la mirada atenta y en tiempo real del resto de la humanidad? Por lo visto sí. Hoy los actores han cambiado, pero la violenta pesadilla continúa.
Padre palestino entierra a su hija de cuatro años muerta durante un ataque
de misiles israelíes. Fuente: Reuters
La esvástica ahora es la estrella de seis puntas de Israel. Los masacrados, los palestinos de la franja de Gaza y los nazis el ejército judío. Pero no todo es igual. Un nuevo personaje participa de la matanza: los testigos, el resto de la humanidad que hoy podemos observar la violencia desde la comodidad y seguridad de nuestras pantallas planas.
Mahmoud Tark, niño palestino de nueve años herido durante un ataque israelí,
es llevado a un hospital por miembros de la Cruz Roja. Fuente: Reuters
Pero la gravedad de lo que está pasando hoy en Medio Oriente no admite más ser un testigo conmovido pero inerte. Es fácil ser tentado por la retórica politiquera: “No te metas, es un problema más complejo de lo que puedes entender”, “No te metas, es un conflicto que se remonta más de mil años”, “No te metas, las dos partes tienen sus razones”, “No te metas, ambos han cometido excesos”, etc, etc.
Un niño herido espera atención médica en el hospital de Shifa, en Gaza. Fuente: Getty Images
Pero… ¿Qué manto de palabrera ambigüedad puede disimular la sangre de niños asesinados en frente de sus padres? Niños testigos de la muerte de sus familias. Niños mutilados. Niños traumados, ansiosos de crecer lo suficiente para cobrarse la revancha de la revancha de la revancha.
Sobrevivientes Samera Baalusha (34 años, a la derecha), su hija Eman (15) y
su hijo Mohamad (15 meses) esperan para recuperar el cadáver de su hija de
cuatro años, muerta mientras dormía -junto a sus otras cuatro hermanas-
por un ataque de misiles israelí. Fuente: Getty Images
Este miércoles 21 de Enero, a las cinco de la tarde, en la plaza 2 de Mayo, comenzará una manifestación pública y pacífica para pedir la paz y el fin del genocidio en el Medio Oriente. Es una oportunidad para mostrar al mundo y a Israel que los testigos no estamos dispuestos a seguir siendo pasivos observadores de la matanza.
Niña palestina herida es llevada a un hospital de Gaza. Fuente: Getty Images
Es inadmisible que los niños paguen con la vida la incompetencia de sus padres para resolver pacíficamente sus conflictos. Un Holocausto ha sido más que suficiente.
Palestinos muestran banderas blancas a las tropas israelíes, luego de
dejar sus hogares. Fuente: AP
Comentario de Pablo Vásquez para Sophimanía
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