El Ministerio de Energía de Estados Unidos le solicitará al congreso de ese país autorización para buscar más lugares donde botar desechos nucleares o al menos poder expandir el tamaño del que se tiene proyectado en la montaña de Yucca, en Nevada.
Edward Sproat, jefe del departamento de desperdicios nucleares civiles, ha dicho hace poco que el límite de 77 mil toneladas aprobado para el proyecto de Yucca es ahora insuficiente, dado que las necesidades de energía nuclear crecen en todo el país.
Algunos políticos estadounidenses piensan que Latinoamérica
podría servir de vertedero nuclear vía pago de indemnizaciones,
una idea aterradora que hay que combatir ya. Fuente: Internet
El recientemente elegido presidente Barack Obama ha dicho que él no cree que sea correcto poner desechos nucleares a 140 kilómetros de la ciudad de Las Vegas, desechos que serán tóxicos un millón de años. Obama cree que deben ser consideradas otras opciones.
Aun así, el pedido para ampliar el proyecto de Yucca será enviado al congreso en las próximas dos semanas, ya que todo indica que las 104 plantas nucleares estadounidenses ampliarán sus instalaciones en los próximos años, aumentando también la cantidad de desperdicios radiactivos.
"Si rechazan la ampliación de Yucca -ha dicho Sproat- al menos que autoricen la búsqueda de nuevos vertederos nucleares, algo que actualmente está prohibido". De lo contrario, según Sproat, se creará un ambiente de incertidumbre que no beneficiará a nadie.
El entrañable personaje de la película Wall-e, guardián de los
desechos en la Tierra. Fuente: Pixar
La energía nuclear, a pesar de producir desechos radiactivos indeseables, contribuye menos al calentamiento global que las generadoras que queman petróleo. En consecuencia, su "fama" ha renacido y está en aumento.
Sin embargo la idea de seguir "barriendo bajo la alfombra" desechos radiactivos que seguirán activos durante millones de años en zonas sísmicas como Nevada no parece la mejor opción, especialmente para todos a los que nos conmovió la película Walle.
Información de AP. Edición y traducción de Sophimanía
Artículo original y completo aquí
La energía nuclear, a pesar de producir desechos radiactivos indeseables, contribuye menos al calentamiento global que las generadoras que queman petróleo. En consecuencia, su "fama" ha renacido y está en aumento.
Sin embargo la idea de seguir "barriendo bajo la alfombra" desechos radiactivos que seguirán activos durante millones de años en zonas sísmicas como Nevada no parece la mejor opción, especialmente para todos a los que nos conmovió la película Walle.
Información de AP. Edición y traducción de Sophimanía
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