Imagen: TechNewsDaily
Tony Stark es un genio de la ciencia y la tecnología, como lo prueba el poder, eficacia y belleza del exoesqueleto con forma de armadura que le da sus extraoridinarios poderes, pero cuya fuente de poder -un reactor a fusión nuclear fría que alberga en su pecho- lo está contaminando lentamente a punto de poner en riesgo su vida. Por lo menos esa es la premisa de las exitosas películas protagonzidas por el siempre carismático y divertido Robert Downey jr.
Jarvis, la fiel supercomputadora de Stark, busca un combustible no contaminante para el reactor de Iron Man, pero sus reportes son decepcionantes: en el universo no existe el elemento que haga posible salvar su vida.
¿Pero qué es el universo frente a la genialidad de alguien que se graduó en el MIT antes de cumplir los veinte años? Así, Stark improvisa en el taller de su casa un acelerador de partículas que le permita crear un nuevo elemento que le sirva de combustible a su generador. Para saber si lo logra o no y bajo qué daños colaterales hay que ver la película, pero para saber qué dicen los físicos sobre estos avances basta con preguntarles.
"Los aceleradores de partículas están en el centro de la atención desde que se anunció la puesta en marcha de la 'La máquina de dios' -dice el físico de partículas Todd Satogata- pero hay cosas buenas y cosas malas respecto de cómo los medios han dado a conocer la noticia".
De acuerdo a Satogata, un acelerador de partículas sí puede crear un nuevo elemento, pero no de la forma en que aparece en la película. Y es que crear un nuevo elemento y que este sea estable representa dos retos gigantestos. "La mayoría de nuevos elementos creados por un acelerador de partículas son tan inestables que duran millonésimas de segundo antes de desintegrarse".
Sobre hacer un acelerador de partículas en casa la respuesta sorprende: sí se puede. "Puedes tener un adolescente inteligente que construya uno" afirma Satogata. De hecho, el primer acelerador de partículas que se creó, el Cyclotron, tenía 12.7 centímetros de diámetro. Necesitas un tubo circular al vacío, electroimanes y osciladores de radio frecuencia para acelerar las partículas.
Pero la corriente necesaria puede ser un problema. "Para alimentar un acelerador como el que Stark construye en su taller tendría que tener una gran planta de energía en su patio trasero".
Otras cosas que Satogata menciona como poco creíbles es que en la película Stark se expone sin protección a cantidades enormes de radiación y que en su acelerador las partículas viajan en un sentido, lo que hace imposible "el choque de partículas". Salvando esos pequeños "detalles" Satogata dice que podría creer en la escena.
Otros "juguetes" de Iron Man también están bajo la lupa de los científicos. Jarvis, por ejemplo, la supercomputadora que habla, razona y bromea con su dueño, y que resuelve y materializa en tiempo récord las intuiciones geniales de Stark todavía es un mito tecnológico. Los desarrollos en inteligencia artificial para crear una computadora que entienda y responda como un humano sugieren que este logro todavía está muchos años en el futuro.
El generador de arco que Stark lleva en su pecho y que -aparentemente- logra fusión nuclear fría es un mito de la física. A pesar de que en algún momento hubo quienes afirmaron haberlo logrado (la llamada fusión fría) la realidad es que luego nunca pudieron validar sus experimentos públicamente.
El exoesqueleto sí está aquí. Si bien no son tan poderosos ni "cools" como la armadura de Iron Man, se trata de asistentes mecánicos que permiten potenciar las habilidades humanas o bien ayudar a discapacitados. Los militares estadounidenses están desarrollándolos para mejorar la capacidad de sus soldados en el campo de batalla (algo que vimos en otra película: Avatar).
El repulsor, es decir el arma que "te empuja", y las botas a propulsión a chorro se investigan en base a tecnología de motores de plasma, pero están lejos de hacerlas tan pequeñas y tan confiables (todavía).
Información de Mecánica Popular y TechsNewsDayly. Versión, edición y traducción de Sophimanía
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario