Imagen: Forbes
Una nueva terapia contra el cáncer de próstata, que utiliza el sistema autoinmune para combatir la enfermedad, fue finalmente aprobada en Estados Unidos, ofreciendo así una importante alternativa a tratamientos tóxicos como la quimioterapia y la radiación.
La empresa Dendreon venderá así una vacuna que entrenará el sistema autoinmune para combatir tumores. Es llamada "vacuna" aun cuando se use cuando la enfermedad ya se ha presentado. Su nombre comercial es Provenge.
Los médicos están desarrollando esta terapia por décadas, pero ha sido recién que la FDA les ha dado su aprobación. "La gran noticia es que tenemos por primera vez un tratamiento aprobado basado en inmunoterapia. Y sospecho que en unos cinco o diez años este tipo de tratamientos serán la norma y no la excepción" ha dicho Phil Kantoff, oncólogo del instituto Farber, que ayudaron a desarrollar el Provenge.
Otras vacunas para tratar el cáncer, incluyendo el mortal melanoma y el neuroblastoma, están en sus últimas etapas de desarrollo. Actualmente las terapias más usadas contra el cáncer son la cirugía, la quimioterapia y la radiación. Pero este tipo de vacunas brinda una cuarta y poderosa herramienta de lucha contra la enfermedad. Los especialistas dicen que las nuevas vacunas son un complemento a este escenario, pero no un reemplazo.
Los estudios mostrados por el fabricante señalan que Provenge añade cuatro meses de vida en pacientes con cáncer de próstata avanzado. No suena a mucho, pero es más que los tres meses que ofrece el tratamiento de quimioterapia equivalente. Y los médicos esperan grandes beneficios para los pacientes que usen el medicamento en las etapas iniciales del cáncer.
El tratamiento con Provenge para cada paciente costará unos U$ 93,000 dólares. Los especialisas esperan que sus ventas superen los mil millones de dólares para el 2016.
En Estados Unidos cada año se diagnostican unos 192 mil casos de cáncer de próstata, de los que mueren unos 27 mil. Este tipo de enfermedad ataca mayormente a los hombres mayores. Los efectos secundarios del Provenge no son tan severos como los de la quimioterapia o la radiación. Se trata de fatiga, fiebre, dolor de cabeza y escalofríos.
Información de AP. Versión, edición y traducción de Sophimanía
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