Imagen: Internet
Artículo de Tomás Unger para El Comercio
Hace unos meses un lector me preguntó cómo podemos conocer la evolución del universo si tiene 13 mil millones de años y nosotros lo observamos menos de 10 mil años. Una buena pregunta cuya respuesta se me ocurrió viendo el partido Barcelona-Inter. Me pregunté cómo haría un extraterrestre, alguien que no conoce la Tierra y nunca ha visto un partido y ni siquiera ha oído hablar de fútbol, descifrar las reglas del juego.
Si hacemos un paralelo entre un partido de 90 minutos, los fenómenos cósmicos y la duración de nuestras vidas, nunca veríamos un partido. Ni siquiera una jugada. Un partido dura aproximadamente dos horas, con los descuentos e intermedios; unos 7,200 segundos. Si la duración del universo fuera un solo partido, cada segundo equivaldría a unos 1,5 millones de años y veríamos solo una instantánea de menos de una diezmillonésima de segundo.
Felizmente, este no es el caso. En el universo se llevan a cabo miles de millones de partidos de diversa duración, todos con las mismas reglas. Gracias a eso tenemos instantáneas de millones de partidos que podemos estudiar. Es más, algunas jugadas son tan rápidas que, gracias a que observamos el cielo desde hace más de dos mil años, hemos podido ver el equivalente de goles.
En el año 1006 hubo una supernova, estalló una estrella en nuestra galaxia que observaron y anotaron los chinos. Hubo otras: una observada por Tycho Brache en 1572 y otra por Kepler en 1604. Hoy observamos las nubes y pulsares (estrellas de neutrones que contienen la masa del Sol en menos de 30 km de diámetro. Dan hasta 1.000 vueltas por segundo emitiendo en las frecuencias de radio) que dejaron. ¡Llegamos a ver tres goles! Hace poco hubo otro en nuestra pequeña galaxia satélite (las Nubes Magallánicas, a unos 189.000 años luz de distancia) y lo observamos por diversos medios. A diferencia de una supernova, un choque de galaxias, equivalente a un Mundial con eliminatorias, dura millones de años pero hay incidentes de diversos mundiales que vemos en nuestras instantáneas.
Algunos partidos ocurrieron muy lejos y las instantáneas que tenemos son de hace miles de millones de años, pero están fechadas y eso ayuda. Además de las instantáneas de partidos fechados hace miles de millones de años, tenemos instantáneas de estadios vacíos, jugadores saliendo a la cancha, posando para fotos, árbitros sacando tarjetas, etc. Con millones de instantáneas podemos armar secuencias, aunque sean de distintos partidos jugados en diversos lugares, la secuencia —foul, pitada, tarjeta, tiro libre, etc.— es similar y podemos armarla con escenas de diversos partidos.
En una galaxia están naciendo estrellas, otras ya evolucionaron. Las hay de todas las edades: las hay recién nacidas, jóvenes, maduras, viejas y muertas. Hay agujeros negros en diversas etapas, restos de supernovas recientes, de hace unos cientos de años y de millones de años. El choque de galaxias es lento, pero tenemos instantáneas de diversas fases. Tenemos miles de imágenes de todo tipo de partidos: campeonatos internacionales en gigantescos estadios y partidos de provincias con pequeñas tribunas casi sin público.
Aun si consideramos todo lo que hemos visto del cielo durante los últimos 2,000 años, en el gran contexto nuestras observaciones siguen siendo fotos instantáneas. Sin embargo, los partidos, al no ser simultáneos, nos han permitido ver casi todas las instancias del juego y hemos deducido —al menos eso creemos— una buena parte del reglamento, aunque hay todavía mucho que no sabemos. Por cada 22 jugadores y tres árbitros, hay decenas de miles de personas en las tribunas sobre las que no sabemos nada. No conocemos sus reglamentos. No sabemos qué hacen allí, aunque hemos podido observar que influyen en el juego y a su vez son influidos por él. ¿Serán la materia oscura?
Nuestras instantáneas nos muestran letreros —fijos y movibles— que rodean la cancha, algunos cambian mientras que otros se repiten en diferentes estadios. A veces hay grandes pantallas en que aparecen imágenes del partido. No sabemos qué son ni para qué sirven, ni tenemos cómo saberlo porque no se relacionan a las jugadas. Aparecen principalmente en los estadios grandes con cancha muy pareja. ¿Cuáles son sus reglas?
El juego es complejo y los partidos ocurren de día, de noche y en ambientes diferentes, pero todo parece confirmar que las reglas son aplicadas y son las mismas para todos. Tal vez nos falta conocer algunas. El "off-side" es difícil de deducir, aunque uno vea miles de instantáneas. Tal vez unos miles de instantáneas con el juez de línea levantando la bandera nos darían la clave.
Lo que nuestro observador extraterrestre nunca podrá averiguar es quién hizo las reglas. Los millones de instantáneas que podremos ver nunca nos darán una clave de quién estableció las leyes de la física. Nuestro extraterrestre nunca podrá deducir de sus fotos por qué y para qué se juegan en la Tierra los miles de partidos. Sospecho que nosotros tampoco. Creo que jamás nos enteraremos por qué somos testigos de este espectacular y complejo universo; ni siquiera de quiénes más lo ven y desde cuándo.
Enlaces relacionados
Nota de Tomás Unger para El Comercio. Resumen de Sophimanía
1 comentario:
Lo más más ineteresante de la investigación acerca de la Tierra tiene que ver con su estructura nuclear,al menos se ensaya hacerlo a través de la creación de laboratorios. Muchos de los fenómenos que no tienen respuesta hoy, se están tratándo de interpretar sobre la base de ensayos. Quizá los gnósticos tengan razón en afirmar que lo que se llama Ciclo del Niño no es otra cosa que la consecuencia de los ensayos atómicos y la consecuente afectación de la corteza lo que en gran medida altera el orden interno de nuestro planeta.
Publicar un comentario