Extraordinaria foto de la Antártida tomada por satélites de la NASA. Nótese
que a diferencia de lo que afirman algunos "conspiranóicos" no hay ningún
agujero que sugiera que la Tierra sea "hueca". Foto: NASA
Si piensas que los polos de la Tierra son fraternales, te equivocas. El Artico ha cambiado mucho en años recientes mientras que el Antártico ha estado relativamente estable.
Pero recientes estudios ponen en duda esa estabilidad. El programa ANDRILL hace perforaciones profundas para tomar muestras de hielo ancestral, muestras cuya composición química señala que el polo sur es mucho más dinámico de lo que se pensaba. Y que el calentamiento global y la contaminación lo pueden afectar más rápido y de forma más grave de lo que antes se estimaba.
En ANDRILL colaboran científicos de Alemania, Italia, Nueva Zelandia y Estados Unidos. Han sacado muestras de hasta 1,138 metros de profundidad que sugieren que el corazón de hielo de la Antártida avanza y retrocede más rápido de lo imaginado (unos 74 ciclos de grosor - adelgazamiento en unos seis millones de años, actividad que comenzó en el mioceno, hace unos veinte millones de años).
Estas nuevas cifras han variado las estimaciones sobre la fortaleza de la Antártida frente al calentamiento global. "Los modelos matemáticos que usábamos para estimar el impacto de los cambios en el clima sobre la Antártida estaban dramáticamente desfasados, la cosa es mucho peor de lo que creíamos" ha dicho Robert DeConto, de la Universidad de Massachusetts.
La Antártida contiene dos tercios del agua dulce del mundo. Si se derrite su parte Oeste se estima que el nivel de los oceanos podría subir unos seis metros. Pero si a esto se suma su parte Este el nivel podría subir más de sesenta metros, lo que sería catastrófico para las ciudades costeras del mundo.
Nadie espera que la Antártida se derrita de la noche a la mañana. Las peores estimaciones señalan que pasarán siglos antes de que eso ocurra, pero es un proceso que parece estar en marcha.
Entre las cosas que los científicos han hallado en las muestras de hielo es evidencia de que la Antártida ha sufrido cambios climáticos profundos en el pasado. Por ejemplo han encontrado polen y microorganismos, lo que indica que en algún momento hubo flora y fauna, pero la data todavía no es concluyente y además muy difícil de interpretar.
Los investigadores concuerdan en que es necesario seguir estudiando la Antártida para obtener más información confiable sobre la cual poder hacer modelos predictivos más exactos. Solo así se podrán prevenir los problemas y -en el mejor de los casos- evitarlos.
Información de Scientific American. Versión, edición y traducción de Sophimanía
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