Benedicto no quiere ni ver a Küng. Fotos: Internet
Küng es un teólogo suizo contemporáneo de Ratzinger, a quien el Vaticano le prohibió la enseñanza de teología católica por sus enfoques progresistas. Aun así, Küng continúa siendo cura y enseñando otras materias religiosas en destacadas universidades católicas y públicas de Alemania.
Küng goza de gran prestigio intelectual en el mundo académico europeo, donde preside la "Fundación Etica Mundial", pero no así en el Vaticano, donde el papa simplemente no le da audiencia.
Es por esa razón, y a la luz de los últimos escándalos sexuales vinculados a la jerarquía católica, que Küng ha escrito una carta abierta a los creyentes en esa fe usando como tribuna nada menos que al New York Times.
Küng comienza explicando que -junto a Benedicto XVI- es uno de los teólogos activos más viejos del catolicismo y que aprovecha el quinto aniversario de la elección de Ratzinger como papa para expresar sus profundas preocupaciones como católico, cura y servidor de la iglesia católica.
Según Küng, el catolicismo está atravesando la peor crisis de su historia desde la reforma protestante y que él -y mucho católicos- se sienten decepcionados por Benedicto XVI quien en su opinión no está promoviendo el espíritu ecuménico del Concilio Vaticano II ni el acercamiento y reconciliación con otras religiones, cosmovisiones y grupos sociales que en el pasado sufrieron horrores provocados por la Iglesia.
Entre los actos del papa que Küng rechaza están, por ejemplo, el regreso sin condiciones de los obispos ultraconservadores de la sociedad San Pío V, la promoción de la "Misa Tridendita" (es decir, como se realizaba antes del Concilio Vaticano II de Juan XXIII), el rechazo al acercamiento con los anglicanos, la designación de funcionarios reaccionarios en puestos clave en todo el mundo y la forma en que ha manejado la crisis de los curas pederastas.
Generando, en palabras de Küng, "el colapso de la confianza en el liderazgo de la Iglesia", con consecuencias desastrosas en la reputación del catolicismo. En respuesta a esta grave situación, el teólogo suizo invita a los obispos católicos a no seguir callados y les propone pedir de forma unida ("colegiada") la reforma y la renovación de Roma y oponerse frontalmente a la retrógrada curia, ya que sus votos de obediencia incondicional son con dios y no con el papa.
Küng cree que es tiempo de evaluar el celibato, al que llama "herencia medieval" y que si Roma no responde, les recuerda que ellos tienen la autoridad para buscar "soluciones regionales".
Finalmente Küng les propone convocar a otro concilio que rescate los valores ecuménicos del Concilio Vaticano II. Según la historia del catolicismo, los concilios deberían ser cada cinco años, algo que el Vaticano habría evadido por tecnicismos. "Los ojos del mundo están sobre ustedes" les dice Küng a los obispos al final de su carta abierta y los desafía a recuperar la confianza de los católicos que se sienten traicionados por la curia romana y Benedicto XVI.
Enlaces relacionados
Pablo Vásquez para Sophimanía con información del New York Times
No hay comentarios:
Publicar un comentario