Imagen: Stash.norml.org
Maxi Sopo la estaba pasando de maravillas en México y decidió contar sus vivencias a sus amigos a través de su cuenta de Facebook. Pero no solo sus contactos seguían sus aventuras, también uno de los procuradores de Seattle, ciudad donde Sopo era buscado por fraude bancario.
Siguiendo a Sopo a través de las listas públicas de sus amigos, el procurador consiguió su dirección y le pidió a las autoridades mexicanas que lo arresten. En estos momentos la estadía de Sopo en México ha dejado de ser una maravilla. Ahora espera su extradición a Estados Unidos.
Este tipo lo aprendió a la mala: Los federales también están en Facebook. Y en MySpyce, y en LinkedIn y por supuesto en Twitter.
Al igual que el resto del mundo, los agentes de "la ley y el orden" también están en la internet y en las redes sociales, incluso bajo identidades falsas que no despiertan mayores sospechas, pero siempre buscando criminales, buscando indicios e evidencias, identificando posibles objetivos para ser encarcelados, consiguiendo información privada, fotos, videos, audios...
Según un informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos, la red se está convirtiendo en una fuente valiosa de información para ubicar delincuentes, comprobar coartadas, hallar indicios sospechosos (gente posando con armas por ejemplo), etc. Hace una década, agentes vigilaban las salas de chat en busca de depredadores sexuales, pero las redes sociales de ahora brindan posibilidades mucho mayores.
El caso de Sopo en México no requirió que el procurador se inventara una identidad falsa. El propio Sopo dio las pistas de su paradero inadvertidamente.
Pero hay cuestiones legales por supuesto. ¿Son admisibles como indicios o pruebas o pistas la información que los agentes consiguen a través de las redes sociales? ¿Qué límites hay para este tipo de pesquisas?
Una mujer de Missouri llamada Lori Drew, creó una identidad falsa presentándose en MySpace como un adolescente. A través de esa cuenta comenzó una relación virtual con una adolescente del barrio de trece años. En cierto momento, Drew, tras el disfraz de su identidad falsa, le dijo a la chica que el mundo "estaría mejor sin ella". Acto seguido la adolescente se colgó.
Drew fue condenada por tres delitos menores relacionados con violar las reglas de MySpace que prohíben crear identidades falsas, pero un juez revocó la sentencia aludiendo que la ley era imprecisa y que no estaba claro cuándo violar una regla de un portal se convertía en un delito punible por la justicia.
Según las reglas de Facebook, un usuario no debe dar información falsa o crear una cuenta a nombre de otro sin su permiso. Twitter también prohíbe compartir información engañosa o falsa. MySpace va más allá y exige que la información que uno ponga sea "precisa y verdadera". ¿Eso cuenta también para los policías que usan identidades falsas para buscar criminales en las redes sociales?
Según el procurador norteamericano Mark Zwillinger sí de debe poder, tal cual ocurre en el mundo real cuando un policía va de encubierto, pero que igual se debe respetar ciertas reglas.
MySpace, Facebook y Twitter tienen distintas formas de relacionarse con los pedidos de los fiscales. "Facebook generalmente coopera cuando le pedimos información en casos de emergencia" dice el informe del Departamento de Justicia. MySpace conserva indefinidamente la información que sus usuarios le han dado y por un año la data que borran de sus cuentas. Twitter es más cauto: exige que los fiscales obtengan una orden de un juez antes de revelar información de sus miembros.
Algo para tener en cuenta antes de nuestro siguiente "tuiteo".
Información de AP. Versión, edición y traducción de Sophimanía
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