Primer informe de Claudia Cisneros a su llegada a Santiago,
antes de las elecciones. Video: 90 Segundos
Su más probable contrincante en la segunda vuelta del 17 de enero es el ex presidente Eduardo Frei, candidato oficialista y representante de la Concertación, la coalición de partidos políticos de centroizquierda que se unieron para enfrentar a Pinochet y que ha gobernado Chile los últimos 20 años. Una Concertación cada vez más desgastada entre los chilenos que hoy se inclinan por el cambio que el derechista y multimillonario Piñera propone.
En la lista de Forbes de los hombres más adinerados del planeta, Piñera ocupa el puesto 700. Es dueño de Lan, la televisora Chilevisión y accionista principal del Colo Colo, entre otros. De ganar sería el primer presidente democrático de derecha en más de 50 años.
Y es que ni el más de 70% de aprobación que tiene Bachelet le alcanzaria a Frei para asegurarse una victoria. E incluso, hay nalistas que no se atreven a descartar que ni siquiera alcance la segunda vuelta.
La sorpresa de estas elecciones tiene nombre, y uno largo: Marco Enríquez Ominami, o MEO para abreviar, es el candidato inesperado que podría complicarle las cosas tanto a la derecha como a la centroizquierda de la Concertación.
MEO es un disidente de la Concertación y del partido Socialista que no quiso apoyar a Frei. Decidió lanzarse solo, en medio de las burlas y el escepticismo. Pero su crítica a la forma tradicional de hacer política sumada a su juventud lo llevaron a subir en las encuestas de manera sorprendente colocándolo en un expectante tercer lugar. Al punto que hoy ningún analista se atreve a descartar que pueda dar la sorpresa y ser él quien llegue a pelear la segunda vuelta con Piñera.
Lo seguimos durante una de sus últimas apariciones electorales, mientras tomaba el tradicional huesillo con mote chileno, una suerte de durazno al jugo con trigo y pudimos ver dos caras de una moneda. Una, la del político hablándole a su auditorio chileno, en la calle.
Ahí, cuando le preguntamos ¿cómo deberían manejarse las relaciones con Perú desde el Estado chileno, MEO contestó con una dureza muy parecida al resentimiento. "La élite peruana tiene que comprender que ya no estamos en un virreynato (...), que la falta de respeto que le ha hecho el presidente Alan García a la presidenta Bachelet no la aceptaré ni como candidato ni como presidente (...), lo que han hecho los líderes peruanos ha sido un gran error".
Su más probable contrincante en la segunda vuelta del 17 de enero es el ex presidente Eduardo Frei, candidato oficialista y representante de la Concertación, la coalición de partidos políticos de centroizquierda que se unieron para enfrentar a Pinochet y que ha gobernado Chile los últimos 20 años. Una Concertación cada vez más desgastada entre los chilenos que hoy se inclinan por el cambio que el derechista y multimillonario Piñera propone.
Y es que ni el más de 70% de aprobación que tiene Bachelet le alcanzaria a Frei para asegurarse una victoria. E incluso, hay nalistas que no se atreven a descartar que ni siquiera alcance la segunda vuelta.
Sebastián Piñera, el multimillonario que lo tiene todo va
a galope por el poder en Chile. Foto: Internet
MEO es un disidente de la Concertación y del partido Socialista que no quiso apoyar a Frei. Decidió lanzarse solo, en medio de las burlas y el escepticismo. Pero su crítica a la forma tradicional de hacer política sumada a su juventud lo llevaron a subir en las encuestas de manera sorprendente colocándolo en un expectante tercer lugar. Al punto que hoy ningún analista se atreve a descartar que pueda dar la sorpresa y ser él quien llegue a pelear la segunda vuelta con Piñera.
Lo seguimos durante una de sus últimas apariciones electorales, mientras tomaba el tradicional huesillo con mote chileno, una suerte de durazno al jugo con trigo y pudimos ver dos caras de una moneda. Una, la del político hablándole a su auditorio chileno, en la calle.
Ahí, cuando le preguntamos ¿cómo deberían manejarse las relaciones con Perú desde el Estado chileno, MEO contestó con una dureza muy parecida al resentimiento. "La élite peruana tiene que comprender que ya no estamos en un virreynato (...), que la falta de respeto que le ha hecho el presidente Alan García a la presidenta Bachelet no la aceptaré ni como candidato ni como presidente (...), lo que han hecho los líderes peruanos ha sido un gran error".
Marco Enríquez Ominami (MEO) el candidato
sorpresa que quebró a la Concertación
La otra cara es fuera de la plaza pública. Entonces su tono cambia radicalmente. Nos cuenta que vivió y estudió cine en Lima, en la PUCP, que le encanta la cultura y también la gastronomía peruana, que tiene el mejor concepto de nosotros y que los peruanos deberíamos exigir a nuestros gobernantes que lleven la fiesta en paz con Chile.
Pero su dura posición sobre los funcionarios peruanos no es la excepción entre los candidatos chilenos. El oficialista Eduardo Frei usó la franja electoral televisiva hace unas semanas para lanzar una advertencia a Alan García durante la tensión por el espía peruano.
El analista político Luis Larraín nos dijo que cuando de política exterior se trata, los líderes, sean de oposición o no, suelen alinearse con el discurso y posición de su presidente.
Otra razón de fuerza para no discrepar de la posición de Bachelet: el más de 70% de aprobación que tiene en un electorado con el que ningún candidato quiere chocar.
Piñera aparentemente tampoco, pero no se hace problemas en confesar abiertamente su amistad de larga data con el presidente peruano a quien nos dijo conocer desde antes de ser presidente "cuando tocaba la guitarra y cantaba, antes de su primer gobierno". Asegura conocer el Perú como la palma de su mano y de haber viajado, además de Cusco, a Iquitos, Piura, Arequipa y Tacna, entre otras ciudades. Siendo dueño de LAN, se entiende.
Su gesto cambia cuando el tema es serio. Le preguntamos sobre su posición con respecto al diferendo marítimo, y no duda en asegurar que la ley y la razón están con Chile pero que "para eso esta el Tribunal de la Haya" sentencia queriendo volver a temas menos espinosos en estos dias pre-electorales.
Accionista principal del Colo Colo, el equipo de fútbol más importante de Chile, es un amante del fútbol (tiene buenos recuerdos del Nene Cubillas y de Sotil) y afirma practicar otros deportes como remo, montañismo, canotaje y mas. Montado sobre una bicicleta le lanza el reto al presidente Alan Garcia para recorrer en la bicicleta el tramo que el asegura haber hecho a pie: de Cusco a Machu Picchu.
De vuelta a la contienda electoral, MEO, aseguran los analistas, tiene mayor opción de complicarle a Piñera el triunfo definitivo en una eventual segunda vuelta. El hijo de Miguel Enríquez, guerrillero fundador del MIR asesinado durante la dictadura de Pinochet, le añadió Ominami a su apellido en honor a quien dice le salvó la vida: su padrastro y actual senador chileno, Carlos Ominami.
MEO sabe que hay muchos desencantados de la Concertación y apuesta a lo que los analistas ven como un panorama bastante dificil pero no improbable: que sea él quien dispute la segunda vuelta con Piñera. Al tener, presuntamente, más posibilidades de ganarle a Piñera que el propio Frei pues se calcula que serian muchos los que se alinearian en contra de la derecha que representa Piñera.
Pero nada está dicho hasta que hablen las urnas chilenas. La cercanía de los porcentajes entre los favoritos, el endoso de votos y el porcentaje de indecisos (10%) hacen que nadie se atreva a augurar un pronóstico.
La incertidumbre es lo unico cierto en estas elecciones, una de las más reñidas de la democracia chilena. La ecuación derecha democratica de Piñera versus centroizquierda de la Concertación que representa Frei, se ha visto alterada por la irrupción del progresista Marco Enriquez Ominami que ha venido a romper el bipartidismo tradicional y de cierta forma a debilitar a la ya desgastada Concertacion. Por lo que para la Concertación esta seria una elección decisiva que puede significar su refundación o la confiirmacion del declive de la transicion que durante los ultimos 20 años saco a Chile de la dictadura y la condujo a una mayor estabilidad politica, economica y social. En solo unas horas, el misterio de los dos candidatos que se disputen el sillón de La Moneda el proximo 17 de Enero, quedara develado.
La otra cara es fuera de la plaza pública. Entonces su tono cambia radicalmente. Nos cuenta que vivió y estudió cine en Lima, en la PUCP, que le encanta la cultura y también la gastronomía peruana, que tiene el mejor concepto de nosotros y que los peruanos deberíamos exigir a nuestros gobernantes que lleven la fiesta en paz con Chile.
Pero su dura posición sobre los funcionarios peruanos no es la excepción entre los candidatos chilenos. El oficialista Eduardo Frei usó la franja electoral televisiva hace unas semanas para lanzar una advertencia a Alan García durante la tensión por el espía peruano.
El analista político Luis Larraín nos dijo que cuando de política exterior se trata, los líderes, sean de oposición o no, suelen alinearse con el discurso y posición de su presidente.
Otra razón de fuerza para no discrepar de la posición de Bachelet: el más de 70% de aprobación que tiene en un electorado con el que ningún candidato quiere chocar.
Piñera aparentemente tampoco, pero no se hace problemas en confesar abiertamente su amistad de larga data con el presidente peruano a quien nos dijo conocer desde antes de ser presidente "cuando tocaba la guitarra y cantaba, antes de su primer gobierno". Asegura conocer el Perú como la palma de su mano y de haber viajado, además de Cusco, a Iquitos, Piura, Arequipa y Tacna, entre otras ciudades. Siendo dueño de LAN, se entiende.
Su gesto cambia cuando el tema es serio. Le preguntamos sobre su posición con respecto al diferendo marítimo, y no duda en asegurar que la ley y la razón están con Chile pero que "para eso esta el Tribunal de la Haya" sentencia queriendo volver a temas menos espinosos en estos dias pre-electorales.
Accionista principal del Colo Colo, el equipo de fútbol más importante de Chile, es un amante del fútbol (tiene buenos recuerdos del Nene Cubillas y de Sotil) y afirma practicar otros deportes como remo, montañismo, canotaje y mas. Montado sobre una bicicleta le lanza el reto al presidente Alan Garcia para recorrer en la bicicleta el tramo que el asegura haber hecho a pie: de Cusco a Machu Picchu.
De vuelta a la contienda electoral, MEO, aseguran los analistas, tiene mayor opción de complicarle a Piñera el triunfo definitivo en una eventual segunda vuelta. El hijo de Miguel Enríquez, guerrillero fundador del MIR asesinado durante la dictadura de Pinochet, le añadió Ominami a su apellido en honor a quien dice le salvó la vida: su padrastro y actual senador chileno, Carlos Ominami.
MEO sabe que hay muchos desencantados de la Concertación y apuesta a lo que los analistas ven como un panorama bastante dificil pero no improbable: que sea él quien dispute la segunda vuelta con Piñera. Al tener, presuntamente, más posibilidades de ganarle a Piñera que el propio Frei pues se calcula que serian muchos los que se alinearian en contra de la derecha que representa Piñera.
Pero nada está dicho hasta que hablen las urnas chilenas. La cercanía de los porcentajes entre los favoritos, el endoso de votos y el porcentaje de indecisos (10%) hacen que nadie se atreva a augurar un pronóstico.
Eduardo Frei, anticarismático ex presidente
trata de salvar el barco de la Concertación
Claudia Cisneros, desde Santiago de Chile, para Sophimanía (Informe preparado originalmente para televisión con la camara de Lucho Loayza y la producción de Patricia Pinto, para emitirse el sábado 12 de diciembre
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