Físico graduado de la Universidad Mayor de San Marcos con maestría en astrofísica del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais de Brasil y un doctorado en astronomía de la Universidad de Sao Paulo, Meléndez ha trabajado en el prestigioso Tecnológico de California (CalTech), la Universidad Nacional de Australia y el Centro de Astrofísica de la Universidad do Porto, en Portugal.
Sus credenciales intelectuales y amplia experiencia como investigador, lo han llevado a afinar la técnica del análisis de la luz de las lejanas estrellas, para determinar qué soles son más parecidos al nuestro, y por ende, tendrían las mayores posibilidades de albergar algún tipo de vida parecida a la que conocemos.
Meléndez es un visitante constante de observatorios y radio observatorios, instrumentos que le proveen de la información necesaria para desarrollar y eventualmente comprobar su teoría. Foto: J. Meléndez
Si bien todas las estrellas funcionan más o menos "igual" (por fusión nuclear), en realidad la naturaleza, edad, brillo, gravedad, origen y composición de cada una, varía, dándole a su espectro de radiaciones una configuración bastante particular. Los físicos llaman a esto la "firma" de cada estrella.
En sus propias palabras Meléndez describe su teoría. Video: Sophimanía
La firma de un sol como el nuestro, podría ser entonces, una señal de sistemas planetarios donde el fenómeno de la vida sería más probable. Pero... ¿Es posible identificar soles parecidos al nuestro en un universo de millones y millones de estrellas? La respuesta es sí, gracias al trabajo desarrollado por Jorge Meléndez.
Según Meléndez: "Se puede detectar estrellas similares al sol, lo que indicaría que se trata de un buen candidato para encontrar en su órbita un planeta de tipo terrestre".
HIP 56948 tiene el mismo tamaño que nuestro sol y casi su misma temperatura, pero es unos mil doscientos millones de años más vieja (nuestro sol tiene unos cinco mil millones de años, mientras que el sol HIP 56948 tendría seis mil doscientos). Este gemelo solar también es un 15% más luminoso que nuestro Sol, aunque su relación entre hierro e hidrógeno es prácticamente igual a la de nuestra estrella.
Alrededor de HIP 56948, es que los astrónomos podrían buscar exoplanetas (es decir, planetas que existen fuera de nuestro sistema solar, orbitando otras estrellas) con características similares al nuestro.
Y es que, ya que en nuestro sistema, el sol y los planetas compartimos el origen y la química- y ya que en la Tierra la vida es un fenómeno exuberante-, es válido extrapolar que la composición de este sol gemelo podría replicar una cierta forma de vida parecida a la que conocemos, en algún planeta que lo orbite a distancia similar que la Tierra del Sol.
No solo es básico poder observar los astros, también es indispensable saber cómo analizar esa información, un área en la que nuestro compatriota ha conseguido importantes logros. Foto: J. Meléndez
Meléndez sugiere que el programa SETI (que busca señales de radio de civilizaciones extraterrestres, hasta el momento de manera infructuosa) también debería enfocar sus parabólicas hacia HIP 56948, en la esperanza de que una civilización extraterreste tecnológica de ese sistema esté modulando ondas de radio para transmitir mensajes identificables por nosotros.
Próximamente, Meléndez viajará rumbo a los telescopios de Magallanes de Las Campanas-Chile, donde observaciones mucho más detalladas y precisas del cosmos le permitan afinar su teoría.
Ramírez y Meléndez, son ambos, miembros del Seminario Permanente de Astronomía y Ciencias Espaciales (Space) de San Marcos.
Artículo exclusivo de Sophimanía
Página Web de Jorge Meléndez en la Universidad Nacional de Australia
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