Las redes neuronales que sustentan la memoria están por todo nuestro cerebro, por
eso olvidar es el "problema mental" más probable y común. Imagen: Sharpbrain
Todos recordamos... Haber olvidado algo. A veces algo sumamente importante como dónde dejamos las llaves de la casa o el número de teléfono de esa persona. ¿Podemos aspirar a que la ciencia nos de una píldora para no olvidar?
Ojo que la memoria es mucho más que la capacidad del cerebro de decirnos dónde dejamos el control remoto, la memoria también nos dice quiénes somos y a quiénes amamos y odiamos o nos son indiferentes. La memoria igualmente nos evoca esos momentos de felicidad o de angustia que marcaron nuestra vida y nos hacen ser como somos.
Pero la memoria no es una cinta de video que retrocedemos y reproducimos a nuestro antojo y conveniencia. Es un proceso complejo, que abarca e implica múltiples redes neurales y niveles de conciencia.
¿La tecnología nos hará tener supermemoria? El asunto es complicado. Hasta
el momento nuestra mejor arma contra el olvido es el posit. Foto: Dr.Hugo
Según un esquema aceptando, hay tres tipos de memoria: sensorial, de corto plazo y largo plazo. Son como tres trincheras que lidian con el mundo. La sensorial la primera, tratando de determinar -en el infinito y constante flujo de sensaciones que nos llegan de ojos, nariz, piel y oídos- cuáles son importantes.
Las que sobreviven al primer filtro llegan a formar parte de la memoria de corto plazo, aquella que necesitamos para terminar la tarea que tenemos pendiente, como manejar o trabajar.
Y finalmente, si en ese momento aparece una información importante para el futuro, pasará a la memoria de largo plazo. Este proceso de evaluación, filtrado y archivamiento de recuerdos tiene lugar mayormente mientras dormimos, cuando soñamos.
La memoria de corto plazo se "esfuma" en pocos días, mientras que la de largo plazo la podemos cargar toda la vida o varios años. Ahí la información se "cataloga" por su significado y puede ser semántica, episódica y de procedimiento.
La primera es la del conocimiento "enciclopédico" (¿Quién descubrió América? y ese tipo de cosas), es conceptual y no está ligada al momento en que la aprendimos. La segunda (la episódica) es la memoria de nuestra propia vida, nuestro "timeline", y sí registra (o al menos trata) de darle a cada conocimiento un tiempo y lugar de adquisición (el primer amor, el primer beso, el primer desengaño, etc). Finalmente la memoria de procedimiento nos permite aprender habilidades (manejar, mecanografiar, negociar, etc) y tampoco está ligada a un lugar o tiempo específicos.
Nuestro cerebro tiene cien mil millones de neuronas, cuyas interconexiones en redes neurales generan nuestra conciencia: sensaciones, emociones, sentimientos, pensamientos, personalidad, carácter y memoria. A su vez, las neuronas son alimentadas por otras células (gliales).
Cada neurona se puede comunicar al mismo tiempo con cientos de otras neuronas a través de conexiones (sinapsis) por donde circulan los neurotransmisores (unos activan otros inhiben).
No hay un "lugar" para la memoria. Parece ser una red distribuida por todo el cerebro por igual, red que forma "mapas" que se van modificando con cada nuevo recuerdo que generamos. Es por eso que la memoria es particularmente sensible al daño cerebral.
Por supuesto, los científicos investigan para conseguir un fármaco que nos ayude a tener buena memoria, ya que es un hecho que la edad la afecta. Aunque hay muchos enfoques y búsquedas, a la fecha la mayor esperanza de una pastilla para la memoria se asienta en las investigaciones del neurocientífico Eric Kandel, premio Nobel de fisiología.
Kandel tiene cinco patentes sobre posibles métodos genéticos para alterar las bases fisiológicas de le memoria. Hasta el momento, sin embargo, no tiene ningún fármaco prometedor.
En alguna ocasión, Kandel opinó que los estímulos cognitivos artificiales están bien para quienes sufren problemas específicos de aprendizaje y memoria; por ejemplo, por la edad. Sin embargo, también reconoció que no recomendaría a sus nietos el empleo de esos fármacos, pues agregó que existen caminos más adecuados para mejorar la mente... como estudiar.
Sophimanía con información de CNN.
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