Norteño ancestral. Restos de un niño de tres años de la cultura Gallinazo. Estuvo
enterrado unos 2,500 años. Fuente: Imagen compuesta a partir de frames de un
video del diario El Comercio
El 2008 Ignacio Alva Meneses halló en Lambayeque restos arqueológicos de cuatro mil años, bautizados hoy como "templo del venado cautivo" en honor a un mural con esa imagen.
Hace un mes, en los alrededores de ese templo, Alva Menses descubrió tumbas de la cultura Gallinazo, una de las cuales pertenece a un niño que murió a los tres años y fue enterrado -se estima- hace unos dos mil quinientos años.
Estas tumbas podrían ser las más antigüas de todo el norte peruano. Los huesos del niño se encuentran en relativo buen estado, no así las ofrendas que lo acompañaban (piezas cerámicas con el altorrelieve de un búho).
“La excavación científica de las tumbas nos permitirá conocer lo que ocurrió en esa época, a fin de establecer la secuencia maestra de la arqueología lambayecana”, afirmó para el diario El Comercio el arqueólogo Walter Alva, padre de Ignacio Alva Meneses.
Información de El Comercio. Versión y edición de Sophimanía
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