Históricamente, los grandes avances de la ciencia han sido realizados por pensadores individuales, no por instituciones. Arquímedes, Galileo, Copérnico, Newton, Tesla, Darwin, Edison y Einstein trabajaron en laboratorios generalmente solitarios.
Pero en las décadas recientes, espacialmente desde que la Unión Soviética lanzó con éxito el primer satélite artificial "Sputnik" en 1957, la tendencia ha sido que los avances sean fruto del trabajo en equipo hecho en instituciones, las que a su vez obtienen y concentran el financiamiento.
Paralelamente, cada vez es más difícil obtener logros científicos significativos. Un estudio hecho sobre los ganadores del Premio Nobel ha señalado que actualmente la cantidad de conocimientos acumulados es tan grande y tan específica que requiere necesariamente del trabajo en equipo de mentes individuales, no importa lo geniales o brillantes que pueda ser por separado.
La edad promedio en la que un genio hace una contribución significativa ha aumentado en seis años durante el siglo pasado.
El paradigma del "genio individual" comenzó a cambiar en 1957, cuando la Unión Soviética pudo lanzar el Sputnik gracias al trabajo en equipo de ingenieros y científicos. Ese modelo de hacer ciencia comenzó a prosperar.
En este momento, un equilibrio entre trabajos individuales y de equipo parece ser la mejor idea. Al menos eso es lo que indica un estudio de la Universidad de Duke, liderado por el ingeniero Adrian Bejan. Ideas individuales prometedoras que consiguen el financiamiento necesario para formar un grupo de científicos alrededor de ella.
Los extremos: solo trabajo en equipo o solo trabajo individual, no prosperan, según Bejan.
Un estudio de 35 años de duración hecho con niños con habilidades matemáticas extraordinarias ha revelado que los ingredientes para una mente genial y productiva son habilidades cognocitivas, oportunidades para educarse, interés personal, y sobre todo simple y llano TRABAJO DURO. No todos los que son naturalmente inteligentes terminan siendo brillantes.
¿Cuándo aparecerá el siguiente Einstein? Ni Einstein lo sabía. Dos siglos separaron a Newton de Einstein. Si esa es una regla -y nada indica que lo sea- quiere decir que el próximo Einstein ya nació y es un niño ahora. Si es así, ojalá que tenga la educación, interés y ganas de trabajar duro para que ese genio brille y nos beneficie a todos y no se pierda en el agujero negro de la falta de recursos o el desinterés.
Información de LiveScience. Edición y traducción de Sophimanía
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