Así se vería el ascensor espacial según la NASA.
La Tierra abajo, el elvador conectado a una estación
espacial. Foto: NASA
Una nueva carrera especial ha empezado. Es el proyecto 'ascensor espacial,' y aunque algunos expertos lo consideran inviable- al menos en nuestro lapso de vidas- ya empezó en Japón la discusión de su desarrollo. Cientos de científicos e ingenieros del Asia, Europa y las Américas, trabajan en estos momenos para diseñar el primer elevador que subirá como cien mil pisos hasta el espacio.
Un cable anclado a la superficie terrestre, que se elevaría miles de kilómetros en el espacio, y en equilibrio gracias a un contrapeso en el extremo opuesto, sería el diseño base de este ascensor.
Según el criterio de la inercia- la teoría científica que dice que la materia mantien su velocidad a lo largo de una recta mientras una fuerza externa no influya en ella- la mantendría estirada y permitiría que el ascensor se mantuviera en orbita geostacionaria.
El cable, se extendería sobre el cielo, hasta alcanzar una estación satelital en orbita en el espacio. Los ingenieros esperan poder transportar objetos y personas de esta manera, y hasta se ha sugerido que podría servir para deshacernos de los desechos nucleares. Otra idea es usarlo para instalar paneles solares en el espacio que provean energía a la Tierra.
Si suena a ciencia ficción, es porque lo fue en el pasado gracias a la novela 'Las fuentes del paraíso' del célebre escritor de ciencia ficción, Arthur C. Clarke. Tres décadas después, los científicos japoneses del Japan Space Elevator Association trabajan en el proyecto.
Un nanotubo de carbono se usaría como impulsador. Australia Oeste y las Islas Galápagos serían las bases alternativas. El grupo de ingenieros y científicos cree que se podrá iniciar su construcción en el 2030, o más.
La historia completa (en inglés) en CNN (en inglés)
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1 comentario:
Aunque suene descabellada, el ascensor espacial tiene mucho potencial. Es una idea simple que puede resolver un tema difícil, que es que se necesita mucha fuerza para caer en órbita.
Hasta ahora, lo que de manera eufemística llamamos "motor del cohete" no es otra cosa que una bomba explosiva. Es decir, montan el transbordador sobre un tanque de hidrógeno y le encienden la mecha y se echan a correr (es un decir). La explosión es controlada, pero una vez en marcha no se puede detener como detenemos el motor de un carro o de un avión. Tal es la fuerza que se necesita para romper la atracción de la gravedad terretre. Un cable al espacio es un enfoque totalmente distinto, mas económico y menos peligroso (aunque ciertamente riesgoso). La tecnología de ahora lo permite. El que sea descabellado no debería detenernos. Hace cien años era descabellado pensar en satélites o viajes a la Luna. El cable (siempre y cuando no lo administre Genaro Delgado Parker) puede funcionar, y yo lo preferiría para subir a la estación especial que montarme en un montón de hidrógeno líquido.
Pablov
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