Julio Verne en su reingreso. Foto: NASA/AEU
Después de llenar la despensa de la Estación Espacial Internacional, "Julio Verne" el Vehículo Automatizado de Transferencia de la Agencia Espacial Europea reingresó a la Tierra la mañana del 30 de setiembre, desintegrándose bajo el intenso calor provocado por el roce con la atmósfera, tal como estaba previsto.
La destrucción de Julio Verne, ocurrida al suroeste de Tahiti, en una región sin habitantes del Oceano Pacífico, fue captada en alta definición por investigadores de la NASA que usaron cámaras capaces de captar el infrarojo y el ultravioleta.
Su objetivo era usar el reingreso de la nave para hacer un estudio comparativo con la fragmentación que los meteoros de origen natural, cosa que ocurrirá esta misma noche (6 de octubre), con la visita de 2008 TC3, una roca espacial de varios metros de diámetro que impactará en el Mar Rojo, en Africa.
Este impacto no representa mayor riesgo para nuestro planeta pues la mayor parte de la roca se desintegrará en contacto con la atmósfera provocado un hermoso espectáculo similar al provocado por Julio Verne, es decir una intensa bola de fuego seguida por una estela de "fuegos artificiales", aunque de hecho esta vez se trate de fuegos totalmente naturales.
Don Yeomans de la oficina de "Objetos Cercanos" de la NASA estima que este tipo de impactos se da varias veces al año, aunque no siempre se pueden anunciar, como el de esta vez.
Sophimania con información de la NASA
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