Ilustración: Teachersnetwork.org
El Homo erectus fue posiblemente el primer cocinero de la historia de la humanidad, pues hace 1,9 millones de años ya preparaba platos con ayuda del fuego y de herramientas, según una investigación en la revista especializada "Proceedings of the National Academy of Science" (PNAS).
El equipo de Chris Organ, de la Universidad de Harvard, averiguó que el Homo erectus tenía muelas claramente más pequeñas que otros primates. Y esto indica que con la aparición del Homo erectus tuvo que haber un cambio en los hábitos alimenticios pasando de alimentos crudos a otros más blandos y cocinados.
Además del tamaño de las muelas, el intestino también era más pequeño, lo que apunta igualmente a la ingesta de alimentos preparados. Las muelas funcionan como pequeñas piedras de un molino, que trituran los alimentos hasta hacerlos fáciles de digerir. Al preparar la comida con herramientas y calor, los alimentos se reblandecen. Según los científicos, la consecuencia de esto es que las muelas disminuyen de tamaño.
Si el hombre fuera un primate normal, pasaría casi la mitad del día (un 48 por ciento) comiendo, afirman los investigadores. Pero en realidad sólo dedica en torno a un cinco por ciento del día a esa actividad.
Para averiguar cuándo se desarrolló el cambio evolutivo a comidas más cortas a lo largo de la historia de la humanidad, los científicos compararon datos de dientes, peso corporal y herencia genética de primates no humanos, 14 homínidos extintos y del hombre actual. De acuerdo con los investigadores, estos cambios anatómicos no pueden deberse simplemente a avances evolutivos comunes.
Información de DPA. Resumen de Sophimanía
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