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Rob Summers (25) es un paralítico que ahora puede mover los pies y caderas a voluntad, dando pasos en una cinta sinfín. El prodigio se ha logrado enviando impulsos eléctricos a su médula espinal, algo que la doctora Susan Harkema, a cargo del experimento, pide tomar con calma pues no se trata de una cura para la parálisis, sino apenas un ensayo de lo que esta tecnología puede lograr.
A diferencia de lo que antes se creía, que el cerebro controla directamente la acción de caminar, este experimento sugiere que esa acción está a cargo de la médula y que el cerebro sólo la ordena. El reto ha sido dilucidar cómo es, precisamente, que el cerebro envía esa orden a la médula.
La ciencia médica obra otro 'milagro'. Imagen: YouTube
Summers está paralizado del pecho hacia abajo desde el 2006, cuando lo atrepelló un borracho, dañando su médula espinal.
Los investigadores le han puesto 16 electrodos en la parte baja de su médula, electrodos que envían las señales que normalmente enviaría el cerebro. Para su sorpresa y satisfacción, el experimento resultó, haciendo que Summers moviera las piernas y articulaciones.
Rob Summers, atleta profesional, con una carrera truncada por un ebrio
al volante. Imagen: YouTube
Un sistema de retroalimentación sensorial permite a Summers mantener el equilibrio, llevar su propio peso y tomar decisiones sobre velocidades y direcciones, algo que en sus palabras "le ha cambiado la vida".
Todavía no está claro si esta tecnología proporciona una solución a largo plazo ni si es adaptable a todas las formas de lesión de médula espinal que existen. Pero, sin duda, una nueva esperanza ha nacido para aquellos que sufren parálisis.
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Información de BBC y Bloomberg. Versión y edición de Sophimanía
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