Anticuerpos de plástico luchan contra la enfermedad en el flujo sanguíneo
de ratones. Foto: Kenneth Shea
Usamos el plástico y sus derivados para construir un sinfín de cosas, desde computadoras hasta cepillos de dientes. Y ahora un grupo de investigadores de la Universidad de California de EEUU y de la Universidad Shizuoka de Japón han llevado el plástico a un nuevo y fascinante terreno: el sistema autoinmune.
Usando nanopartículas cincuenta mil veces más delgadas que un cabello humano, los científicos han creado microscópicos anticuerpos, los que exitosamente pueden identificar y destruir una gran variedad de agentes patógenos que invaden el flujo sanguíneo de algunos animales.
Los anticuerpos son proteínas que produce el sistema autoinmune de nuestro cuerpo para reconocer y neutralizar amenazas externas (virus, bacterias, toxinas, etc) que pueden provocar infecciones o alergias.
El sistema autoinmune del cuerpo normalmente produce las cantidades suficientes de anticuerpos para mantenernos saludables, pero hay circunstancias en las que no funciona bien o en que la enfermedad lo abruma.
Así, estos anticuerpos de plástico hechos con nanopartículas, tienen la habilidad -gracias a un proceso llamado impresión molecular- para replicar la función de los anticuerpos naturales. En pruebas hechas en ratones, estos anticuerpos plásticos han demostrado una eficacia similar a las de los anticuerpos naturales.
Si este campo continúa desarrollándose eventualmente se podría usar en humanos, para ayudarnos a combatir infecciones y alergias.
Información de Popsci. Versión, edición y traducción de Sophimanía
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