¿Un barco espacial? No. El futuro JWST que desentrañará algunos misterios
del universo. Imagen: Roe.ac.uk
El anticipadísimo nuevo observatorio espacial de la NASA, el telescopio orbital James Webb (James Webb fue un destacado director de la NASA entre 1961 y 1968, al telescopio se le llama JWST por sus siglas en inglés) ha pasado su más significativa prueba de diseño, cuando faltan cuatro años para su lanzamiento al espacio.
El JWST es un enorme telescopio infrarrojo diseñado para observar con enorme precisión y poder las profundidades del cosmos, áreas clave para entender la historia del universo.
Eric Smith, el científico de la NASA a cargo del proyecto dijo sentirse encantado y orgulloso de informar que el futuro telescopio ha completado con éxito sus ambiciosas metas tecnológicas, confirmando que tanto su diseño como su hardware y software lo convertirán en el próximo mayor observatorio de la agencia.
El JWST será el sucesor del Hubble, que acaba de cumplir veinte años de fantástico trabajo. El nuevo telescopio espacial será capaz de explorar fenómenos que ocurren en galaxias muy lejanas, incluyendo sistemas planetarios distintos del nuestro.
Esta misión, cuyo costo inicial se estimó en mil millones de dólares, está tomando más tiempo y más dinero del presupuestado (se proyecta que terminará costando cinco mil millones de dólares). Pero los astrónomos creen que los retrasos y sobrecostos del futuro telescopio están plenamente justificados pues se espera que el Webb resuelva algunos de los misterios del cosmos que actualmente fascinan a los científicos.
A diferencia del Hubble, el Webb observa el espectro infrarrojo, lo que le permitirá enfocarse en lo más profundo del universo, ahí donde están las pistas claves de su formación (el Big Bang), hasta la formación de nuestro sistema solar.
Información de Space.com. Versión, edición y traducción de Sophimanía
No hay comentarios:
Publicar un comentario