"Volver al futuro": la mejor trilogía de ciencia de ficción de la historia. Foto: Internet
La idea de que existen "científicos locos" y todopoderosos que visten batas blancas y apretan botones en experimentos de rayos y mutaciones aceleradas proviene de la industria del cine. Y es que a Hollywood no le interesa vender "ciencia", le interesa vender "entretenimiento".
Desde esa perspectiva, la parafernalia científica es igual a la varita mágica del hada madrina de Cenicienta: un pretexto, una convención, un recurso que hace posible narrar una historia entretenida, no enseñar ciencia.
Aunque los científicos entienden esto muy bien, no pueden evitar horrorizarse por las falsedades, imprecisiones y falta de rigor de prácticamente todas las películas que tratan temas pretendidamente "científicos": personajes que desaparecen en el aire, que viajan en el tiempo, que vuelan a voluntad, que "evolucionan" en segundos, etc, etc.
En una reciente reunión de científicos norteamericanos, el físico Sidney Perkowitz propuso que, al menos, cuando un supuesto científico de una película vaya a ser algo totalmente improbable, que se mencione que es algo que va en contra de las leyes de la física tal como la conocemos.
Algunos lo apoyaron, otros se mostraron escépticos, como el biólogo evolucionista Steven Le Comber, para quien la falta de rigor científico de las películas no es un problema a la hora de verlas. "El enemigo de la ciencia es la mala ciencia -dijo- no las malas películas".
A criterio de Le Comber y sus colegas estas tres películas son particularmente malas en términos de ciencia:
Doctora en neurobiología luchando por su vida en Deep blue sea. Imagen: YouTube
Deep blue sea (1999)
Un grupo de científicos quiere curar el Alzheimer usando una proteína sacada del cerebro de tiburones blancos, pero en el proceso lo que logran es hacer tiburones super inteligentes y malvados que atacan a los científicos y se los van comiendo uno a uno en un laboratorio bajo el agua.
El momento más bobo: Un científico usa unas hipodérmica para extraer neuronas directamente del cerebro de un tiburón. Pone el tejido en un microscopio y ve cómo se regeneran, en medio de chispitas eléctricas.
La visión de la ciencia: Los químicos de un organismo -normalmente plantas- pueden tener efectos curativos o tóxico en otras especies. Pero si se trata de una proteína que habita en el cerebro de un escualo, esta debe ser criada en un ambiente controlado, usando como portador una bacteria, no precisamente un tiburón. Claro que dramáticamente tiene mucho más sentido científicos sexys, vistiendo ajustados trajes de buzos y bikinis, combatiendo con tiburones superinteligentes.
El gobernador de California en una de sus últimas interpretaciones cinematográficas.
Foto: Internet
El sexto día (2000)
En el año 2015 un hombre regresa a su hogar el día de su cumpleaños para descubrir que un clon de sí mismo ha tomado su lugar.
El momento más bobo: Personas muertas siendo clonadas en cuestión de minutos, incluyendo su memoria y personalidad. "Grabación" del contenido de información de un cerebro en segundos, a través de los ojos.
La visión de la ciencia: El proceso de clonación seguirá siendo como lo es en la actualidad: extrayendo el ADN de una persona viva, insertado en un óvulo e implantado en un útero para esperar nueve meses.
El núcleo (2003)
Por razones desconocidas, el núcleo sólido de la tierra está dejando de girar, lo que producirá el fin de la civilización. Un grupo de científicos busca hacerlo girar de nuevo estallando una bomba de hidrógeno en el centro de la Tierra.
El momento más bobo: el equipo de científicos desembarcando de su nave en el centro de la Tierra, vistiendo jeans y camisetas. En la realidad se hubieran vaporizado instantáneamente.
La visión de la ciencia: La idea de que el núcleo de la Tierra se detenga es improbable. Todo en esta película está incorrecto en términos de ciencia, parece que fue hecha con el expreso fin de irritar a los científicos.
Si bien es lamentable que la imagen que mucha gente tiene del quehacer científico esté basada en este tipo de películas y no en datos reales, Hollywood, como maquinaria de entretenimiento, puede usar los recursos narrativos que mejor le parezcan. Queda en el público que los acepte de buen grado o no. Otra cosa totalmente distinta e inaceptable es que algunas personas consideren a la ciencia "mala" o "peligrosa" por lo que se ve en las películas de ciencia ficción.
Información de la BBC. Versión, edición y traducción de Sophimanía
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