
Las duchas de metal podrían ser menos "peligrosas". Foto: HansGrohe
Ducharse es vigorizante y nos ayuda a mantener la higiene corporal, también pueden incrementar el riesgo de entrar en contacto con peligrosos patógenos. Según una nueva investigación hecha en EEUU, el cabezal de la ducha se ensucia y se vuelve cuna de bacterias que podemos respirar.
Los científicos de la Universidad de Colorado, en Boulder, utilizaron instrumentos de alta tecnología para analizar 50 cabezales de ducha elegidos al azar en nueve ciudades del país. Descubrieron que casi un 30% albergaban "niveles importantes" de un patógeno que causa enfermedad pulmonar.
Según los investigadores, los niveles de Mycobacterium avium -que pertenece a la misma familia de la bacteria de la tuberculosis- eran 100 veces más altos que los que se encuentran en las tuberías domésticas. La M. avium -dice el estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), (Actas de la Academia Nacional de Ciencias), forma una biopelícula (un ecosistema de microbios) que se adhiere al interior del cabezal.
Los autores afirman que el hallazgo podría explicar porqué en años recientes han aumentado los casos de estas infecciones pulmonares. Esta enfermedad afecta más a las personas con sistemas inmunes comprometidos -como ancianos, mujeres embarazadas o aquéllos que sufren algunas enfermedades- pero ocasionalmente puede infectar a personas sanas.
Cuando el agua cae distribuye las gotas de agua llenas de bacteria que quedan suspendidas en el aire y que fácilmente pueden ser inhaladas por las vías respiratorias hasta las partes más profundas de los pulmones.
"Si usted recibe una bocanada de agua cuando abre la ducha, lo más probable es que esté recibiendo también una carga particularmente alta de Mycobacterium avium, lo cual no es saludable" afirma el profesor Norman Pace, quien dirigió el estudio.
La M. avium puede provocar la infección pulmonar cuyos síntomas incluyen cansancio, una tos seca y persistente, dificultad para respirar, debilidad y malestar generalizado. Tal como señala el profesor Pace, las duchas de plástico parecen ser las que más ayudan a albergar las bacterias por lo que los cabezales de metal podrían ser una buena alternativa.
Los expertos afirman que las duchas también han sido identificadas como una ruta de propagación de otras enfermedades, incluida la legionelosis o enfermedad del legionario -un tipo de pulmonía- e infecciones del pecho provocadas por otra bacteria llamada Pseudomonas aeruginosa. "Pero no hay que dejar de ducharnos" -dice el profesor Pace, pero sí ser más precavidos y estar más alertas.
Información de BBC. Resumen de Sophimanía
1 comentario:
Tambien podrian lavar o limpiar la boquilla de la ducha mas seguido.
Al parecer los cientificos del 1er mundo aun no se les ocurre.
jeje
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